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viernes, noviembre 22, 2024

La Derrota Brutal de los Mier, los Abdala y las Claudias (Foto rápida de una Debacle)

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Desde que empezó a buscar la gubernatura de Puebla en 2018, Miguel Barbosa Huerta supo que algo habría que hacer con Morena.

Y es que los militantes auténticos eran una minoría frente a los intereses de poder que se estaban gestando gracias al fenómeno electoral y político llamado Andrés Manuel López Obrador.

Los grupúsculos de entonces fueron creciendo y prohijando desvergonzadamente cotos de poder y de caza con dinero público.

Al más viejo estilo priísta, los líderes de esos grupos compraron voluntades y lealtades.
Personajes como Rodrigo Abdala —convertido ya en el Súper Delegado en Puebla— y la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco no dudaron en usar dinero público —federal y local— para saciar sus apetitos.

Y aunque en la elección de 2018, Abdala tuvo bajo su mando un ejército electoral para apoyar a Miguel Barbosa, lo cierto es que fue la parte más vulnerable de la elección.

El Morenovallismo aprovechó los vacíos de los operadores de Abdala para manipular a su antojo los números y, en consecuencia, voltear el resultado de la elección.

Éste buscó mil excusas para justificar su fracaso.

El daño estaba hecho.

Ya convertido en súper delegado, y ya con dinero público, se dedicó a favorecer exclusivamente su proyecto, a beneficiar a los suyos y a preparar una estructura electoral que le sirviera en algún momento.
La elección de 2024, por ejemplo.

Los servidores de la nación, bajo las órdenes de Abdala, se dedicaron a envilecer los programas sociales y a humillar a los beneficiarios.

En las asambleas de este sábado, por ejemplo —y días antes—, no dudaron en amenazarlos con quitarles las becas si no votaban por los candidatos de su clan.

En sus mensajes privados subrayaban que el gobernador Miguel Barbosa era su adversario y que la única línea a seguir en las asambleas era la dictada por el gobierno federal.
Como buenos mapaches, mentían.

La única línea en realidad era la establecida por Abdala, quien no dudó en unirse a otros enemigos del gobernador como Ignacio Mier Velazco y Claudia Rivera.

Quien esto escribe exhibió a lo largo de la semana los más diversos audios que dejaban constancia del lucro electoral de los servidores de la nación.

Una vergüenza.

¿Y qué decir de la ex alcaldesa de Puebla?
Venía por la venganza. (Siempre culpó al gobernador de la derrota que sufrió ante el inepto Eduardo Rivera Pérez en 2021).

Para ello se unió a Mier, quien a través de Arturo Rueda, director de Cambio, le hizo una guerra sin cuartel.

¿Qué unía a estos personajes?

El odio declarado al gobernador.
Tanto Abdala como Rivera han degradado a los militantes de Morena con dinero público y amenazas, y, faltaba menos, los han prostituido.

El gobernador Barbosa, pues, sabía que con esa clase de militantes no se hace un partido.

Y buscó hacer alianzas con los ciudadanos y con otros grupos políticos desde que asumió la gubernatura.

El resultado no puede ser más feliz.

El barbosismo ganó 116 consejerías de las 150 en disputa.

Los Mier, los Abdala y las Claudias se quedaron con 34.

La nueva fuerza social consolidada este sábado constituye una urgente renovación en las filas de Morena.

Algo más: en esa correlación de fuerzas hay un mundo que marca la diferencia.

Pero ésos serán temas de otras columnas, querido hipócrita lector.

 

Nosotros los Ricos. Con el poder que da trabajar en Palacio Nacional como asesor de la Consejería Jurídica y conductora de Quién es Quién en las Meniras, René Sánchez Galindo y Liz Vilchis entraron por la puerta trasera a votar en una de las asambleas distritales de Morena realizadas en la capital del estado.
Cuando un morenista los sorprendió, procedió a filmarlos y a exhibirlos.

“No puede ser que hagas esto siendo fundador de Morena, René. Le faltas el respeto a la banda que lleva horas formada”, le dijo en tono molesto.

René balbuceó justificaciones sin ton ni son y al final huyó de la cámara.

Liz Vilchis, en tanto, quiso tomarle una fotografía con su celular —que traía en una onerosa bolsa de marca— y optó por tocarle el brazo al morenista como para frenar su ímpetu.

“¡No me toques!”, fue la respuesta.

Ambos personajes forman parte de la nueva aristocracia política de Morena en Puebla, y actúan igual que los priistas y panistas que los antecedieron en el pasado reciente.

El video llegó a mis manos y lo subí a eso de las 6:15 de la tarde.

Media hora después ya empezaba a ser tendencia.

No faltaron, por supuesto, los periodistas que se robaron el video sin dar crédito.
(El plagio sigue siendo un cáncer entre nosotros).

No importa.

Lo importante es que el video de Liz Vilchis y su esposa se volvió viral y tendencia en Twitter México.

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