Eduardo Rivera podrá decir misa sobre el programa parquímetros: que son necesarios para reordenar el primer cuadro de la ciudad, que es cuestión de que los comerciantes se acostumbren a su uso o que con el dinero recaudado se harán obras para el mismo Centro Histórico, pero una cosa es cierta, que estos argumentos tienen como única intención de fondo justificar las excesivas multas que se buscan imponer con el programa, de otro modo, no hay explicación de por qué, más allá de generarse comentarios positivos, los comerciantes establecidos se han volcado en críticas por no tomar en cuenta ninguna de las propuestas de este sector. Todo parece apuntar que al munícipe le comieron las ansias de sangrar los bolsillos de los poblanos con el lanzamiento de este programa y entregar a sus jefes de la Organización Nacional del Yunque jugosos recursos con la recaudación. Lalito podrá presumir mucho de los parquímetros, pero la realidad es que, si el proyecto hubiera estado bien estructurado desde el principio, no habría ningún tipo de protesta contra su gobierno.
NUEVOS TIEMPOS EN LA BUAP
Después de una larga carrera contra la Covid-19, que no hace mucho dio tregua con la aplicación masiva de vacunas, un grupo de “carroñeros”, vestidos como trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), buscan lucrar con la necesidad de los alumnos al solicitar dinero a cambio de ingresar a la tan demandada casa de estudios. La diferencia es que, en esta ocasión, a diferencia de otras gestiones, la rectora Lilia Cedillo ha comenzado una cacería contra estos buitres y sobre su oficina ya se encuentran en revisión dos denuncias de personas que han solicitado dinero a los aspirantes a cambio de asegurarles un lugar en la universidad. Las quejas han sido tomadas tan en serio que la rectora habilitó un correo electrónico para denuncias anónimas por actos de corrupción y advirtió que cualquier anomalía tendrá consecuencias legales.
EL DOBLE DISCURSO
El feminicidio de la abogada y activista Cecilia Monzón, presuntamente planeado por su expareja sentimental, Javier López Zavala, abrió un debate en el que muchos han decidido montarse, pero que poco se trata en el día a día: los juicios por el pago de pensiones alimenticias. Es una lástima que sólo cuando sale a la luz el caso de un feminicidio tan artero como el cometido por el priista, este tema se haya puesto sobre la mesa. La verdad, es el momento justo para que las autoridades se pongan las pilas y castiguen a estos deudores; pues, si tanto están preocupados en temas de género, debe haber mano firme para que se cumpla esta obligación.