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viernes, noviembre 22, 2024

Cuatro estampas en la vida de Arturo Rueda (2015, 2016, 2022)

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Luego de que Arturo Rueda desayunó en la casa de Jorge Estefan Chidiac para extorsionarlo con diez millones de pesos, nos vimos en el restaurante Cornelia, ubicado frente a La Vista, para comentar algo que se ha perdido en la memoria. 

Lo que sí recuerdo es que llegué en Uber y Rueda me llevó a mi casa al terminar el café. 

Yo no sabía que él venía de la casa de Estefan. 

Lo supe cuando, días después, éste subió el video de la extorsión y se generó el escándalo. 

Observé el saco y la camisa, y recordé la escena. 

En una de las mesas de Cornelia, Rueda estaba entonces de excelente humor. 

Y cómo no, si ya creía que contaba con diez millones de pesos ganados en el suspiro que duró el desayuno. 

Con lo que no contaba fue que ese día se subiría a un tobogán que siete años después lo llevaría al Cereso de Cholula, primero, y al Penal de Alta Seguridad de Tepexi de Rodríguez, después. 

Ese día, por cierto, al despedirse de mí recordó una deuda económica que tenía conmigo desde 2007. 

Quedó de pagarme en los siguientes días. 

No lo hizo. 

Al ver el más reciente capítulo de esta trama, ufff, agradezco que no lo haya hecho. 

Su pago hubiese sido, sin duda, con recursos de procedencia ilícita, cargo por el que está a punto de ser vinculado a proceso por segunda ocasión en menos de una semana. 

 

** 

El gobernador Rafael Moreno Valle fue enterado, en 2015, de la denuncia por extorsión que interpuso Jorge Estefan Chidiac. 

Tras leer la ficha informativa, soltó una carcajada y la comentó con Víctor Carrancá, a la sazón procurador general del estado. 

—¡No mames! ¡Pinche Rueda!… ¿Deveras quiso extorsionar a Estefan? 

—Sí, gobernador —respondió Carrancá. 

—¡Pues chíngatelo! 

En el diccionario de la política mexicana, ese “chíngatelo” es sinónimo de “procede”, “detenlo”, “mándalo al Cereso”. 

Las horas pasaron, y la Operación Extorsión se detuvo. 

¿Qué pasó? 

Ignacio Mier y Arturo Rueda se entrevistaron con Moreno Valle a través de un interlocutor y lograron por primera vez el no ejercicio de la acción penal. 

La segunda ocasión ocurrió en tiempos de Tony Gali. 

El “chíngatelo” quedó en anécdota. 

 

** 

Moreno Valle sentó a su derecha a Ignacio Mier Velazco y a su izquierda a Arturo Rueda. 

Corría la campaña a la minigubernatura de 2016. 

En esa reunión, efectuada en la imponente sala de juntas de Casa Puebla, estaban, entre otros, Tony Gali hijo, Javier Lozano Alarcón —coordinador de la campaña de Gali padre—, Eukid Castañón, Roberto Moya, Marcelo García Almaguer y los dirigentes del PAN en el estado: Martha Ericka Alonso de Moreno Valle y Jesús Giles. 

Como verdadero coordinador de la campaña de Gali, pese a que incurría en un virtual delito electoral, el gobernador llevó la reunión a la que también fue convocado el encuestador José Zenteno, quien se sentó a la izquierda de Rueda. 

 Varios se preguntaron qué hacían ahí Mier y el director de Cambio. 

Lo supieron cuando Moreno Valle los presentó, y ellos tomaron la palabra. 

Ignacio Mier —ya metido en temas de Morena y Andrés Manuel López Obrador— habló del discurso que Gali debía hacer suyo. 

Rueda, en tanto, habló del posicionamiento y de la comunicación política. 

Finalmente, Zenteno exhibió encuestas que mostraban el poder del entonces candidato morenovallista ante la fuerza disminuida de la priista Blanca Alcalá. 

Ahí quedó en claro que la alianza de Moreno Valle con el grupo Cambio estaba por arriba de denuncias de extorsión y bagatelas por el estilo. 

 

** 

La diputada local Daniela Mier, hija de Ignacio Mier, le dijo este martes al gobernador Miguel Barbosa Huerta que ella y los diputados Evangelista y Herrera se deslindaban totalmente de Arturo Rueda, quien horas después sería trasladado de la cárcel de Cholula al Cereso de Tepexi para enfrentar un segundo proceso penal. 

La foto que muestra a todos sonrientes es el inicio de una nueva época en la relación entre estos actores políticos. 

Y mientras ocurría el traslado de Rueda hacia su nuevo hogar, donde está asentado el juez que llevará la causa, una mano bajaba la anunciada nueva columna del todavía director de Cambio —Tiempos de Cárcel—, en la que se equipara a gigantes como Ignacio Ramírez, el verdadero Nigromante, Ignacio Manuel Altamirano y Ricardo Flores Magón. 

La fuerza del destino, diría Verdi, es inexpugnable. 

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