I
El fútbol –lo sabemos- es la cosa más importante de las cosas menos importantes. Lo único en lo que el mundo no se ha puesto de acuerdo es en quién acuño tal certeza. Para unos es Jorge Valdano y para otros Arrigo Sacchi.
A algunas personas les resulta extraño que una persona fan de los libros, el teatro, la música, los museos, el cine y otras linduras culturales; también le gusté el fútbol.
Un deporte para bárbaros, incultos.
Ciertamente que escenas como las acontecidas hace unos meses en Querétaro, invitan a casarse con esa visión.
Empero, no nos hagamos tontos. Si uno mezcla alcohol con inmadurez e incapacidad para controlar las emociones y pasiones; basta con apostar a los caballos o las canicas para perder el control ante la primera provocación.
II
No voy a desviarme más, este día mis palabras son para el equipo que tanto me ha dado y quitado: El Puebla de La Franja, la oncena camotera.
Aprendí a irle al Puebla porque de chico iba al Estadio con mis papás, los tíos y los primos a ver a la oncena conformada por Ruiz Esparza, Poblete, Aravena, Hernández, González; entre otros.
Me tocó verlos convertirse en el Campeón de Campeones.
Algunos niños querían ser astronautas u otra cosa.
Yo quería ser igual de ídolo que Ruiz Esparza o Poblete.
Luego vinieron épocas varias, donde al Puebla le fue bien, regular y muchas veces mal. Tuvimos dos descensos y el Puebla renació cuando se ascendió por segunda ocasión de la mano de José Luis Sánchez Solá, El Chelís.
Los chelisboys nos hicieron volver a sentir los colores, nos regresaron las ganas de volver al Estadio Cuauhtémoc.
III
Después de muchos años y con la llegada de una nueva directiva; vino una etapa interesante para el Puebla.
La actual directiva entiende al fútbol como un negocio donde el aficionado es el consumidor.
Un Equipo con identidad, calidad y pasión son el producto.
La actual directiva ha entendido mucho de lo que implica ser poblano y ha entregado, poco a poco, un producto deportivamente rentable y nutrido de temas culturales.
Reconocimiento y agradecimiento.
IV
Hoy, después de años de espera, tenemos un equipo que está participando en las instancias de liguilla por cuarta vez consecutiva.
Un equipo que ha conservado el mayor número de jugadores en pos de una identidad.
Un equipo que está apostando también, como nunca antes, en las fuerzas básicas.
Un equipo que ha equilibrado nombres con hombres.
V
El Puebla jugó el pasado miércoles el partido de ida contra el América.
La oncena camotera nos demostró que aún tienen la magia que nos enamoró de ellos desde la primera jornada.
No sé qué pase este sábado en el Estadio Azteca. Confío y creo que el Puebla será capaz de regresar con la clasificación a la fase de semifinales.
A diferencia de otros años, las gradas del Cuauhtémoc no se pintaron de amarillo, me atrevería a decir que había – aunque sea una poquita- más afición camotera que americanista.
El miércoles recordé mi infancia y la sensación de que este año le toca al Puebla ser campeón.
VI
Probablemente el fútbol es el tema menos relevante de todos, pero es el único que tiene a mis emociones en un sube y baja lleno de esperanza y amor.