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viernes, julio 18, 2025

La vialidad desde distintas perspectivas

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Hace unos días conversaba con un funcionario que la mayor parte de su vida vivió en Xicotepec. Me decía que veía muy cambiada la ciudad, que había varios pendientes desde su punto de vista que se tienen que abordar, no solo por parte de las autoridades —que es su obligación—, sino por la ciudadanía. Son aristas que se han quedado pendientes y que por pensar en obras faraónicas no se han podido atender o porque tal vez haga falta que los servidores públicos —que no funcionarios como muchos se ufanan— caminen por las distintas vialidades.

En la medida de lo posible trataremos de recopilar los datos que nos dejaron, sin pensar en subjetividades, sino plantear puntos de vista que pueden coadyuvar y que sin lugar a dudas pueden pensarse que son subjetivos.

En el contexto de la vialidad no solo tienen que ver los vehículos —llámense autos, motocicletas, bicicletas, cuatrimotos, etc.—, tienen, y de manera importante, los transeúntes, es decir, todos los que hacemos uso de las calles, que más bien se tendría que apuntar que las banquetas, sin embargo, como decía a micrófono abierto en la extinta estación radiofónica Jorge Pérez Perín: “¿Cómo quieren que no caminen a la mitad de las calles los xicotepequenses si las banquetas no han sido construidas para caminar sobre ellas?” Los habitantes de Xicotepec son los únicos que caminan a media calle… decía.

Es necesario que un ingeniero urbanista venga a realizar un trabajo que desde ese punto de vista no sería una inversión millonaria, más bien reordenar lo que exista. No es posible —hablando de detalles— que en la bocacalle de la avenida 5 de Mayo se forme un cuello de botella porque a la fecha no puedan recomponer ese brevísimo acceso donde los transeúntes y los vehículos se reencuentran y no hay poder humano que los haga reflexionar.

No se diga de los automotores que circulan a exceso de velocidad y los pitazos estridentes de las encargadas del orden vial no logren persuadirlos. Tal vez porque hoy son unas y mañana otras y no hay un verdadero aprendizaje de lo que es la educación vial, dos sencillas palabras que encierran muchísimo.

Las personas no cruzan por los señalamientos pintados de amarillo en las esquinas, sino más bien donde se les hace más fácil y se detiene el tráfico causando un verdadero caos los fines de semana.

Hay que adicionar de manera importante que cada vez es más necesario trasladar los eventos a un lugar que no necesariamente sea el parque, mismo que por semanas está ocupado por carpas en todo alrededor.

Hay en el acceso al centro histórico, viniendo de la avenida 2 de Abril, a diario y a cada rato —como dicen— un peligro constante por las colectivas y taxis que rebasan por la derecha. Cuando usted se percata, ya casi rozan su espejo lateral derecho.

Es cierto, se pueden pisar callos con estos señalamientos; sin embargo, más vale hacer un alto y sugerir, con todo respeto —como decía el clásico—, al área de Tránsito, que ahora ya es municipal, el tratar de enderezar la nave… o más bien las naves.

No es posible que los motociclistas a gran velocidad y en pleno Zócalo rebasen por el lado derecho con la complacencia de los vigilantes del orden.

Tan peligroso se ha vuelto el uso de las motocicletas que incluso en la Ciudad de México tendrán ya un nuevo reglamento que aprobará la Cámara de Diputados.

Si el apunte se quedara solo en el centro, quedaríamos en deuda con aquellos ciudadanos preocupados por los constantes accidentes viales en el bulevar —mal llamado o bien llamado— bulevar de la muerte.

Hay que reconocer que con la obligatoriedad del uso del casco han disminuido los accidentes. Hubo un anuncio del alcalde en funciones de que en el primer día de sus funciones el bulevar quedaría limpio de estacionamiento. Y tal parece que los conductores y servidores del volante —y muchos— se lo pasaron por el arco del triunfo.

El comandante ORESTE es alguien que vivió mucho tiempo en las grandes ciudades y estima que lo que sucede no es nada normal.

EDUCACIÓN… VIAL

la de casa vital
debe ser fundamental
el casco al motociclista
porque agarran como pista
aquel libramiento vial
para ellos no es vital
el retornar a su casa
luego no saben qué pasa
despiertan en hospital
porque calcularon mal
descanso eterno o a casa…

LA MAÑANERA DE PASCASIO

Cuenta que ingresó por la calle Nicolás Bravo.
Lo llamó Aniceto, para todos El Negrito del Pan.
Se quedó amargamente porque ya no puede caminar. Solicitó una silla de ruedas y expresó que tantos documentos le pidieron que hasta le pareció que su acta de defunción también.

“Tanto que ayudé al Ayuntamiento cuando no había las grandes lonas y hacían los letreros y logotipos con unicel. Ahora ya hasta 500 pesos me quieren cobrar por estar vendiendo en un espacio de un metro”.

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