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jueves, noviembre 21, 2024

¿El rompimiento de Claudia y Nacho?

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Aristóteles Belmont Cortés es un político que pretende sentar sus reales en Puebla después de trabajar en la Ciudad de México. Aunque originalmente formó parte del equipo de la gobernadora Claudia Sheinbaum, no dudó en traicionarla e intentó seguir su propio juego. En 2021 decidió sumarse al grupo de antibarbosistas encabezado por Claudia Rivera Vivanco, Carlos Evangelista Aniceto, Pablo Salazar y, sobre todo, Ignacio Mier Velazco. Luego de los trágicos resultados que tuvieron en la elección intermedia, el morenista se vio en la orfandad y, entonces, se echó a los brazos de Marcelo Ebrard Casaubón. Ahora es un adicto al canciller y a Nacho Mier. Como todo empleado hace lo que le dicen, pregunta lo que debe hacer y no se mueve sin consentimiento. Por eso llama la atención la declaración que dio este fin de semana en la que se pronunció porque se investigue el presunto pacto político entre Eduardo Rivera Pérez y la exalcaldesa. Quienes no conozcan a los antibarbosistas se dejarán llevar con la idea de que pretenden quedar bien con el mandatario estatal, pero lo que hay de fondo es una estrategia para limpiarle el camino al coordinador de Morena en San Lázaro en su loca carrera por la candidatura a la gubernatura. Rivera Vivanco, sin duda, es un obstáculo que advirtió Nacho Mier debido a que la exalcaldesa trae a cuestas a dos grupos: el que encabeza Bertha Lujan y Citlalli Hernández, así como al exgobernador José Antonio Gali Fayad. Esto le ofrece a Rivera Vivanco influencia al interior de Morena y dinero constante y sonante para financiar su proyecto. Ignacio Mier sabe que su camino es muy complicado luego de su fracaso en la Reforma Eléctrica. También advierte que su gallo el canciller rema dificultosamente en la carrera presidencial. En el ámbito local, carece de una estructura y la construcción de una nueva le está costando mucho dinero que no quiere gastar. Por eso no es circunstancial que Aristóteles Belmont, su empleado en la dirigencia de Morena, se lance contra de los Rivera. Solo es parte de las ansias por querer ser candidato anticipadamente.  

 

Ridículos periodísticos  

El fin de semana circuló en redes sociales un video posteado por el reportero de e-consulta Héctor Llorame en el que aparecen el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Miguel Barbosa Huerta y el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, segundos antes de que inicie La Mañanera en la XXV Zona Militar en Puebla. En el video se observa al mandatario federal caminar frente al poblano sin saludarlo. El reportero escribió lo siguiente: “Sus aplaudidores pueden decir misa, pero la verdad es que ni se ven, ni se hablan”. El director del medio, Rodolfo Ruiz Rodríguez, le dio coba a su empleado al retuitear las imágenes y escribir: “El video es elocuente. No necesita ninguna explicación, ni pie que los explique”. ¿Qué pretendían ambos? Demostrar que existe una pésima relación entre el presidente de la República y el gobernador de Puebla o, por lo menos, que no existe un acercamiento. El ridículo del reportero y su jefe no tuvo parangón. Quienes les filtraron las imágenes o si es que Llorame lo grabó directamente nunca explicaron que López Obrador y Barbosa Huerta acababan de concluir una reunión de la Mesa de Seguridad. Tampoco dijeron que a los pocos minutos de que iniciara La Mañanera, el tabasqueño dio un espaldarazo al poblano. “Estamos muy contentos, muy satisfechos con el trabajo que está haciendo el gobernador Miguel Barbosa en Puebla”, pronunció desde la principal tribuna del país. Todo eso no existió para el reportero y su jefe. ¿Ahora entiende por qué todo el tiempo desmienten lo que publican? 

 

Explicaciones pendientes 

Eduardo Rivera Pérez sumó dos fuertes sospechas de aliarse o apoyar a los enemigos del gobernador Miguel Barbosa Huerta. La primera sospecha fue la aprobación de la cuenta pública 2021 de Claudia Rivera Vivanco y ahora está el financiamiento otorgado a un sujeto que se ha dedicado a golpear a la administración estatal. ¿Eduardo Rivera financia a los enemigos del gobernador? Es la pregunta que surge inmediatamente. En política no hay casualidades ni accidentes. El dinero entregado a un adversario coloca al financiador de ese lado. ¿Qué dirán todos aquellos que han apoyado al panista durante todo este tiempo, los traen con largas para aprobar sus contratos de publicidad y ahora saben que sí hay dinero, pero para los enemigos del mandatario? Pésimo mensaje por donde se le vea.  

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