Después de los últimos dos juegos de preparación y los 5 que disputó la Selección Mexicana para ganar la Copa de Oro, es imposible predecir cómo van a jugar, cuál será la alineación, de qué jugador dependen, etc.
Por todos lados se escuchaban situaciones que a la postre fueron diferentes ante el resultado final.
En estos últimos 7 juegos, en cada uno de ellos, alguna sorpresa, para los que comentamos, había. Siempre partiendo de que Malagón, Vázquez, Montes, Gallardo, Álvarez, Giménez y Jiménez serían los que no podían salir del 11 inicial, pero desde el primer juego, el portero lo cambia. Después, en los siguientes, teniendo a centrales nominados, saca a Álvarez de la contención, lo pone de central y manda a Rodríguez en su lugar para tener más llegada.
En otro saca a Sánchez de lateral y pone a Reyes. A Vega, que fue el mejor jugador de la liga, no inicia, y en su lugar pone a Orbelín y además quita a un punta para poner a Quiñones. Después, como compañero de Álvarez en la contención, juega con Rodríguez o Lira, terminando con Marcel Ruiz. Ya no juega con dos puntas y hace acompañar a Raúl Jiménez con el joven Mora. A Gallardo, por expulsión y antes porque sí, lo saca y pone al joven Chávez. A Alvarado, que no producía nada por derecha, lo deja todos los juegos, apostando por su regreso defensivo. No encontrando un lateral derecho que le diera lo que el técnico pensaba, repite dos veces a Araujo y en la final vuelve a poner a Sánchez. Después de los 4 goles que se lleva vs Suiza, empieza a poner a Malagón.
Absolutamente nadie en las previas te decía el cuadro inicial. Muchos rumores en lo que habían escuchado y, en algunos casos, habían visto en los entrenamientos previos. Nunca escuché ni vi lo que en realidad fue un once supuestamente ideal, y que al final, al hacer el corte de caja, el único que tuvo la razón fue el Sr. Aguirre. Más allá de ser campeón y poder seguir trabajando con mayor tranquilidad los próximos 11 meses, previos al inicio del torneo mundial, tiene una idea clara por dónde sí y por dónde no; qué necesita trabajar más o encontrar al idóneo y a quién le tiene que dar las gracias. En ninguno de estos dos casos se tocará el corazón.
Lo que sí es un hecho es que Aguirre era el preferido por el alto comisionado al inicio del ciclo mundialista para ser el técnico, pero su contrato con el Mallorca se lo impedía. Entonces se quemaron dos opciones: la del Sr. Coca, que fue sacado de un sitio por demás muy cómodo como son los Tigres, y que en su paso por selección no tuvo ningún apoyo, siendo sustituido por el Sr. Lozano, y que menos apoyo tuvo en la Copa América, condicionándole la formación de su equipo con el verso de renovar la plantilla con gente joven y no mayores de 29 años, ante la promesa de que, más allá de los resultados, él seguiría hasta el mundial. Se jugó ese torneo, no se llegó a nada, el contrato de Aguirre terminó y todo se acomodó a lo que tenía que ser dos años antes: la llegada de Aguirre a la selección.
Después vinieron tiempos turbios, cuando sale el alto comisionado por causas fuera del aspecto cancha. Aguirre duda en continuar por ser solidario ante quien lo trajo, pero al final se queda. Otra cosa hubiera pasado: la selección hubiera tenido una preparación o hubiera cumplido un ciclo de 4 años. Pero se perdieron dos, y ahora Aguirre va contra el tiempo. Todos estos movimientos en la Copa de Oro ya se hubieran dado y se estaría más cerca de la idea general.
La única realidad es que Aguirre ganó muchas cosas en estos últimos 7 juegos. Los jugadores tendrán que poner lo mejor de sí en estos dos torneos que vienen para los que participan en Liga MX y también para los que juegan en ligas de un año corrido. Jóvenes como Chávez, Marcel, Mora fueron una gran apuesta y con resultados positivos. La pareja Montes–Vázquez y, adelante de ellos, Álvarez son insustituibles. Hoy Raúl Jiménez es el líder, pero a su edad y a falta de 11 meses, entra la duda.
Al final, esté quien esté, siempre se va a partir del respeto que impera en los equipos de Aguirre; el respeto y el buen grupo que siempre provoca en sus equipos. Y esto, para una Selección Mexicana, es mucho. Jugadores muy buenos como Romo, Lozano, Corona tendrán que entrar a ese tema si quieren pertenecer. El Sr. Aguirre, entre muchas ganancias, estableció las reglas y no se tocará el corazón de tener a Mora y dejar fuera a un grande.
Deseo lo mejor y que el tiempo le dé para lograr los ajustes futbolísticos necesarios al mejor técnico mexicano, sin duda, para llegar a buen puerto en la próxima justa mundialista.
Le tengo fe a Aguirre y tengo fe en que los jugadores, en lo individual, subirán su juego y entonces el técnico seguirá ganándole la partida al aficionado y comentaristas profetas: y el primero era yo.