Puebla vivió una fiesta que desde hace dos años no podía disfrutar. El tradicional desfile del 5 de Mayo pudo regresar a las calles poblanas y la gente respondió ante el sonido de redobles de tambor y la marcha de contingentes, sin importar el calor incesante. Al final, los aplausos y las sonrisas evidentes detrás de los cubrebocas enmarcaron un desfile atípico que se volvió único.
El Boulevard del 5 de Mayo se pintó con miles de personas, al igual que sucedía antes de la llegada de virus, pero este jueves hubo algo diferente y es que a pesar de la aglomeración y el sol intenso, los cubrebocas en la gente hacia recordar que la pandemia sigue presente, pero no fue impedimento para que se viviera la fiesta poblana en memoria de la gesta heroica de tropas mexicanas.
Desde las primeras horas de luz, los poblanos madrugaron para apartar un lugar cómodo en el cual ver a los contingentes pasar. Las vallas colocadas en las vialidades poblanas poco a poco se llenaron de sombrillas y gorras, pues el cálido clima no dio en ningún momento tregua a quienes asistieron al desfile.
Pero eso no fue impedimento para que decenas de miles de personas disfrutarán del regreso de uno de los eventos más importantes del estado de Puebla, que este año tuvo una asistencia de lujo con la anuencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien refrendó su amistad con el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Desfile Atípico
El desfile de este 2022 fue inédito, pues entre los asistentes y contingentes con cubrebocas y el sentir de una fiesta que durante dos años estuvo apagada, le dio un tinte diferente a la mayor fiesta que tiene Puebla en el año y no era para menos, pues dos años después de pandemia, la ausencia del desfile era evidente.
Los asistentes en primera instancia comenzaron a entrar en incertidumbre y hubo momentos de murmullo y silbidos, pues el contingente ya había tardado ligeramente en llegar a donde los poblanos abarrotaron el Boulevard.
Fue al filo de las 11:00 horas que los contingentes comenzaron a recorrer las calles de Puebla, pero fue hasta 11:30 horas que comenzó a llegar el desfile a los poblanos que se concentraron desde la 20 hasta la 25 Oriente, eso sí, en medio de aplausos y porras.
Inmediatamente el júbilo de la gente contagió a los grupos del desfile, en primera instancia con los elementos de las fuerzas armadas, algunos de esos que se tomaban la molestia de estirar la mano para saludar a pequeños que asistieron en el Boulevard 5 de Mayo.
Después llegó el turno de las escuelas, que con la musicalización de bandas de guerra y música, banderas y las clásicas lonas con el nombre de sus institución, marcharon con orgullo en el 160 Aniversario de la gesta heroica poblana.
En todo momento los aplausos se compaginaron con el ritmo de las bandas escolares y los pasos de marcha, en diversos puntos que arengaban a los participantes de este evento, en un escenario en el que el confeti colorido tapizó la vía asfáltica del Boulevard, como no había pasado hace más de dos años.
Orgullo poblano
Después de mil 96 días, miles de estudiantes volvieron a participar en uno de los desfiles más grandes del país y precisamente los poblanos de diferentes niveles se mostraron contentos, muchos que a pesar del cubrebocas se notaba la felicidad de poder participar en este evento.
Los bailes de las chicas de panderos y quienes cargaban las banderas contagiaba su ánimo con los asistentes, musicalizado con las bandas de música que en repetidas ocasiones interpretaron el “Cielito Lindo”, “el Aventurero” y “Viva México”.
Al final del evento, los protagonistas del desfile no tuvieron reparo en mostrar su emoción más allá del cansancio por la larga travesía de los Fuertes a la 25 Oriente, pues en sus propias palabras “fue un orgullo participar en el desfile”.
“Es padre como la gente te aplaude y te alienta a llegar a lo último del recorrido, eso hace que soportes el calor y te aguantes el cansancio (…) al final es un orgullo participar, marchar y venir a representar a tu escuela en un evento así”, manifestó.
Una situación que no pasó desapercibida fue la presencia de comercios ambulantes, pues a lo largo del Boulevard decenas de puestos itinerantes hicieron su agosto con la venta de aguas, gorras, sombrillas, aguas y otros productos. Pero todo tiene un trasfondo, en este caso, el beneficio a las arcas de una autoridad municipal.
Los elementos de Gobernación Municipal abordaban a los informales para cobrarles 50 pesos, a cambio de dejarlos vender el resto del día. “Pues ¿qué son 50 pesos cuando tu venta puede llegar a ser 10 veces más grande en un evento de esta magnitud?”, se escuchó decir a uno de los uniformados.