La secretaria de Economía estatal, Olivia Salomón Vibaldo, se ha convertido en una pieza muy importante para el gobierno del estado. La mejor muestra es su visita a Estados Unidos, en donde acudió a la Casa Blanca para la recepción que el presidente Joe Biden ofreció con motivo del 5 de Mayo. La funcionaria no es una simple enviada o representante de Puebla, ya que tiene a su favor un perfil difícil de encontrar entre la clase política. De entrada, es una empresaria exitosa que labró su carrera a punta de esfuerzo y dedicación. Su personalidad la ha llevado a ser una publirrelacionista excepcional que lo mismo puede tender puentes con empresarios locales, nacionales y abrir puertas a inversionistas internacionales. Ahora, se encuentra en su papel de funcionaria pública, la cual ha desempeñado eficazmente, lo que le ha valido amplios reconocimientos de su jefe el gobernador de Puebla. Olivia Salomón en Estados Unidos no es una simple secretaria estatal que acude a un acto protocolario. Es, por decirlo de alguna forma, nuestra canciller -con todo lo que eso implica en función de la sensibilidad que se necesita para navegar en las aguas pantanosas de la relaciones bilaterales, trilaterales o de amplio espectro- que lo mismo puede tomar una oportunidad de inversión para la entidad, abrir puertas en el ámbito político o construir hermanamientos con quien sea necesario. Olivia Salomón no anda de gira, está en una misión que solo ella pueda encabezar por su perfil, compromiso, entusiasmo y talento.
Esa maldita manía
Fiel a su costumbre, Eduardo Rivera Pérez no perdió oportunidad para hacer un nuevo negocio a costa de los poblanos teniendo como pretexto el desfile conmemorativo de la Batalla del 5 de Mayo de 1862. Mientras el edil panista tristeaba por su mala suerte, al ser enviado al lugar más alejado de la mesa principal, sus esbirros se daban un festín con el cobro entre 50 y 100 pesos para permitir que cada vendedor ambulante pudiera comercializar sus productos a los asistentes a la parada cívico-militar. A este cobro hay sumarle los parquímetros, la fallida intención de recaudar el Derecho de Alumbrado Público, la inmisericorde campaña de atiborrar a los conductores de multas, así como favorecer a sus patrones del Yunque y amigos con los contratos a costa del erario. Todo esto nos deja una sola conclusión: no estamos ante un gobierno municipal con sensibilidad social, estamos ante la versión chafa y rapaz de un gobierno como modelo de negocios creado por el morenovallismo. Varias fuentes nos han confirmado que el Ayuntamiento panista está rebasado. Existe un caos generalizado que les impide siquiera atender el día a día, lo que genera la percepción de ineficiencia y corrupción. Si la especie es cierta, el escenario es peor: Se supone que Eduardo Rivera tiene experiencia al haber sido hace 10 presidente municipal de la capital. Al no ofrecer resultados debido a que tiene graves fallas en lo mínimo no sólo es lamentable sino patético.
Denuncias sin sentido
Vaya ridículo el que hizo ayer una reportera poblana en La Mañanera al intentar que el presidente Andrés Manuel López Obrador fijara una postura respecto a la concesión -¡no es una privatización, coño!- de los servicios de agua potable y saneamiento que detenta la empresa Agua de Puebla para Todos, a la que se le achacan todos los males de la ciudad y a la que solo falta que la culpen de inventar al Chupacabras. La insidia que se pretendió sembrar no tiene ningún sustento porque con datos duros es fácil demostrar que, a partir de la intervención de la compañía, mejoró sustancialmente la recaudación, la atención de fugas y dotación del servicio, sin contar la operación de las plantas de tratamiento. A todos los odiadores de Agua de Puebla bien les vendría reflexionar sobre una pregunta: ¿Cómo es posible que sean tan dóciles ante el cobro de empresas de servicio de telefonía e internet, en lugar de implementar en sus hogares un consumo responsable del líquido que no es inagotable y eso los lleve a tener cargos razonables por consumo? Si los usuarios de telefonía no pagan su mensualidad, simplemente les cortan el servicio y no vemos a los oportunistas “líderes sociales” realizando manifestaciones afuera de las compañías del señor Slim. Ah, pero como el agua es el oro azul, ahí sí puede haber todo tipo de manoseo, despilfarro, deudores descarados. Su postura es tan incongruente que son el vivo ejemplo del viejo dicho: “Hágase la ley… en los bueyes de mi compadre”.
