I
Después de un breve descanso, retomamos este pequeño recorrido por los mazos de Tarot más importantes a lo largo del tiempo.
Hoy toca al turno a El Libro de Thoth, de Etteilla.
II
Antoine Court de Gébelin publicó de 1773 a 1782 nueve volúmenes bajo el título Le Monde primitif analysé et equiparé avec le Monde moderne; en el tomo VII (1781) aparece el apartado “Del juego del Tarot”, donde “afirma que sus triunfos (se refiere a los misterios mayores) dejan la adivinación merced al simbolismo de sus figuras y, más adelante, cede la palabra a un supuesto C. de M…, quien desarrolla su aspecto adivinatorio fundándose en el carácter egipcio del tarot, al que llama el «Libro de Thot»1”. Incluso, se dice que Gébelin aseguraba que “TARO es la palabra egipcia con la que se definía «el camino real de la vida»; o sea, era como una regla a la que debían ajustar sus vidas y sus obras”.
Gébelin sería la primera persona en sugerir que el Tarot es un juego de adivinación.
III
Jean François Alliete, conocido como Etteilla, publicó cinco manuales titulados Manière de se récréer avec le Jeu de Cartes, nomées Tarot, donde afirmaba que el Tarot era el legendario Libro de Thoth: “un texto mágico perteneciente al antiguo Egipto, cuyas páginas contenían el secreto de la creación del mundo y el destino del hombre. (…) Este libro habría sido escrito en el año 2710 a. C., durante un convenio de magos celebrado en el Templo de Amón en Menfis2”.
En 1789, Etteilla saca a la luz un juego de baraja titulado: Livre de Thoth, ou le grand jeu des 78 tarots égyptiens; algunas de las cartas de este mazo son parte de una colección privada.
En 1804, Melchior Montmignon D´Odoucet -discípulo de Etteilla– mandó a estampar la versión completa bajo el titulo de Le Grande Etteilla.
En 1840, Julia Orsini publicó el manual y juego de cartas: Le Grande Etteilla, ou L´art de Tirer les Cartes et de dire la bonne aventure; que después se denominaría como Gran Etteilla II.
En 1870, en Francia, apareció otra versión titulada Grand Jeu de Oracle des Dames; conocido, posteriormente, como Gran Etteilla III; versión que rescató la compañía italiana dedicada a la difusión del Tarot: Lo Scarabeo.
IV
Miguel Canseco en su libro El Tarot: del dilema a la metáfora nos recuerda que este mazo contiene “(…) referencias herméticas y cabalísticas, [acompañadas] con claves numéricas y títulos que coadyuban a la interpretación de los símbolos: hablamos de la primera baraja diseñada expresamente como una herramienta adivinatoria”.
Agregaría que, si uno observa bien, cada carta contiene un doble significado, el cual aplica según salga derecha o de cabeza la carta.
V
El juego de cartas creado por Etteilla sería, entonces, base para otra serie de Tarots creados exclusivamente para la adivinación, como fueron los concebidos por Samuel Lyddell Mathers, Gerard “Papus” Encausse, Aleister Crowley, Thylbus y Rodrigo Tebani.
VI
Y usted, hipócrita lector, ¿ya está listado para conocer qué le depara el destino?