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jueves, abril 25, 2024

Réquiem por un galista

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Obituario: El expresidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Héctor Sánchez Sánchez, será velado en la capilla uno de los funerales Gayosso. Por su atención, gracias.

 

Compra de Facturas. Tráfico de influencias. Omisiones. Protección y liberación de delincuentes. Uso de recursos públicos para promover la imagen de su esposa Mónica Silva y la falta de transparencia como presidente del TSJ sólo es una pequeña muestra de que Héctor Sánchez Sánchez podrá ser un hombre con cierto nivel de educación, pero con una gran inferioridad en cuanto a virtudes morales, parafraseando a Charles Darwin.

Héctor Sánchez es el mismísimo ejemplo de la corrupción y la improvisación política. Su caso sirve para documentar cómo es que los puestos de los magistrados, en algunos casos, sólo eran premios o pagos de facturas del gobernante en turno.

La de Sánchez Sánchez fue una carrera meteórica: abogado particular de la familia Gali Fayad, síndico municipal en la alcaldía que presidió Tony Gali, presidente del Tribunal Superior de Justicia con Gali como gobernador; defensor de Tony Gali Jr. por una controversia con la familia Layón Arún.

No sólo el monaguillo de los Gali, sino hasta su huelillo.

Un genio en la mutación y el disfraz político, hay que admitirlo. Un día vitoreaba a los panistas. Otro día lo hacía con los morenistas. Aunque sin ninguna careta su verdadera lealtad estaba, sí y sólo sí, con su tío Tony.

Aún nadie comprende por qué en el TSJ presuntamente se compraron facturas a empresas que facturan operaciones simuladas (EFOS). Con un presupuesto alto, con salarios dignos para el presidente del Poder Judicial Estatal, por qué esa necesidad de lavar dinero.

Sí, sí, ya sabemos que lo que no suena lógico suena a metálico, pero ¿qué necesidad de exponerse? Con tan buen nivel de vida y con todas las formas para vivir de forma legal.

La respuesta es que si la principal fuente de ingresos del  micro gobernador Gali es la venta de facturas,  entenderíamos por qué esa práctica también fue usada en el Poder Judicial. Ambos, maestro-alumno, compartían la visión de que no hay dinero que alcance.

Hemos dicho que el verdadero rey del cash en Puebla es Gali Fayad. Lo mismo ocurrió con el presidente del TSJ que hasta le mataba el hambre con unos pesitos, en efectivo, a un chofer de taxi que se presume como periodista. Se sabía que a algunos comunicadores les daban su “apoyito” en Ciudad Judicial, por cierto.

¿Quiénes? ¡Ja! Se dice el milagro, pero no el santo. Vean quienes defendieron a Sánchez Sánchez en su caída y quienes se inmolaron por la reforma judicial (Nigromante Ruiz, por ejemplo).

Otros tantos errores en los que incurrió el funcionario de marras es que nunca quiso modernizar el sistema judicial. Era un juez a la vieja usanza… con su estambre blanco y su aguja de canevá para coser legajos y legajos. Promovió, por omisión, la corrupción.

Liberó al asesino de la hija de Rubén Sarabia Sánchez “Simitrio” y quién sabe cuántas porquerías más que se irán conociendo a medida que se dé a conocer la investigación que se sigue en el propio Poder Judicial estatal.

Sánchez Sánchez tuvo la suerte de ser de todas las confianzas de un microgobernador y pensó que haciendo de “izquierda” a su señora esposa, él sería hasta candidato a la gubernatura de Puebla por Morena.

¡Pamplinas!

Pero que no se preocupe el empleado del exmicrogobernador, hay otros muy parecidos a él en cuanto a su calidad espuria: Roberto Grajales Espina es el ejemplo vivo de que no se necesita hacer carrera jurisdiccional para cobrar como magistrado.

Esa fue la triste historia de un Poder Judicial que ya olía a rancio.

 

Historias del huachicol

Una breve anécdota, habrá sido en 2015 que un fotógrafo, un reportero y yo fuimos a entrevistar a Inés Saturnino López Ponce a Tecamachalco (hoy en la cárcel). Su entonces jefe de prensa de nombre Hugo Rodríguez y el alcalde nos subieron a una Suburban blanca de su propiedad para hacernos un  recorrido por ese municipio.

Una vez arriba de la camioneta, en la parte de debajo de los asientos había dos rifles R15.

—Y eso, Inés. A poco es mensaje para los chicos de la prensa —pregunté bromeando.

—No tienes idea cómo está el tema de complicado. Aquí diario hay enfrentamientos. Y también es para mis amigos periodistas —respondió en el mismo tono de la sorna.

Hoy el exalcalde aliado de Moreno Valle Rosas, del famoso capo El Toñín y de Ignacio Mier Bañuelos vive tras las rejas.

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