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jueves, abril 25, 2024

Una mujer será presidenta, pero no cualquiera: Sheinbaum

En entrevista con Hipócrita Lector y Exilio.mx, la jefa de gobierno de la CDMX habló sobre la profundización de los cambios arrancados por la 4T, la misoginia de la oposición y lo difícil de ocupar el sitio que dejará el presidente López Obrador y su futuro político

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Sin dubitaciones, Claudia Sheinbaum Pardo pronostica que en 2024 estará en la Presidencia de la República, al tiempo que reconoce que será “imposible” llenar los zapatos de Andrés Manuel López Obrador, por lo que su proyecto será consolidar el movimiento que, como obra de vida ha encabezado el tabasqueño, así como afianzar los derechos que necesitan los mexicanos.

Apenas ha bajado del escenario del Centro Expositor de la capital poblana, en donde ofreció una conferencia sobre los programas exitosos de su gobierno en la Ciudad de México, Claudia reconoce, en entrevista, que está muy contenta, que el contacto con un público, que se calcula en más de 15 mil asistentes, la han emocionado muchísimo y ha resultado inspirador.

La plática que se pactó con Hipócrita Lector y Exilio se extiende casi al doble de tiempo. Termina siendo una charla de política, música, los días lejanos de la lucha en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de cuando fue una de las líderes de Consejo Estudiantil Universitario (CEU), que entonces defendió la gratuidad de la educación, “que los neoliberales” querían sepultar. Fueron buenos tiempos, dice. El primer movimiento fuerte, exitoso, netamente estudiantil.

La plática aterriza en la ineludible pregunta que se convierte en certeza: la llegada de una mujer a Palacio Nacional ha trascendido ya el escenario hipotético y, particularmente ella sabe que “ahí vamos a estar” en 2024.

Sin embargo, Claudia afirma que no debe ser cualquier mujer, porque hay quienes desean regresar al pasado, cuando el gobierno solamente representaba a un grupo muy “pequeñito” de la sociedad y se privatizaron recursos naturales y empresas estratégicas.

“Hay mujeres que no representan el proyecto que yo represento junto con millones de mexicanos y, al lado del presidente Andrés Manuel López Obrador y de 21 gobernadores, es un proyecto de transformación que tiene que ver con erradicar la corrupción, con erradicar los privilegios del servicio público y con destinar los recursos públicos para el beneficio de la gente, que tiene que ver con la construcción de justicia social”.

 

Silvio Rodríguez y Joan Manuel Serrat

Sheinbaum Pardo estuvo de visita en Puebla este sábado para firmar un convenio de seguridad con el gobernador Miguel Barbosa Huerta, y ofrecer la conferencia “Políticas Exitosas de Gobierno”, organizada por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

En entrevista, resalta la responsabilidad que tiene como gobernante y la emoción que ello le ocasiona.

“Yo siempre he pensado que uno, no se puede poner por encima de los demás, que somos iguales, pero nos ha tocado una responsabilidad en este momento y esa responsabilidad tiene que ver con ello, con poder dar vida digna, poder brindar bienestar y eso es una emoción y un privilegio”.

Claudia, la científica, la política, la mujer, reflexiona sobre la profundización de los cambios iniciados por la Cuarta Transformación (4T) y esboza la figura que tiene del Ejecutivo federal, cómo la mira la oposición, y su, cada vez más cercano, futuro político.

Melómana, conocedora y hasta ejecutante de música -toca la guitarra y canta desde los días de estudiante en la UNAM-, en la plática rememora los conciertos que, recientemente, figuras como el catalán Joan Manuel Serrat y el cubano Silvio Rodríguez ofrecieron en el Zócalo de la capital del país.

Sobre el autor de La Maza, viene una pregunta, con dobles intenciones:

Jugando un poco con la canción de Silvio, su canción insignia, Ojalá, yo lo que quiero plantear es en 2024, ¿ojalá que…?

Ojalá que una mujer sea presidenta.

 

Apoyo mayoritario

Nos queda claro, tras este acto en Puebla (el sábado) en dónde está el apoyo mayoritario, ¿cómo lo recibe y cómo lo traduce?

Me invitó la universidad (BUAP) a dar una plática, pero se abrió a quien quisiera participar y este gran recibimiento. Estoy muy contenta, realmente es una gran emoción porque representamos, no solamente lo que hemos hecho en el gobierno de la Ciudad (de México), sino un movimiento de transformación que encabeza el presidente López Obrador y que, lo que muestran aquí los poblanos, es que quieren que continúe la transformación.

Creo que, en ningún otro lugar, había tenido un aforo tan masivo.

Estoy visitando algunas entidades de la República, mostrando lo que hemos hecho en el gobierno de la ciudad y, sí, aquí ha sido el lugar en donde más personas ha habido.

¿Cómo se siente ese calor, esa masa que, finalmente, son hombres y mujeres?

Es una gran emoción, realmente, una gran emoción, y creo que tiene que ver, también, con que Puebla emprendió el camino de la transformación, y eso se siente y se percibe.

Aquí, ¿siente consolidada a la 4T?

Yo voy a cumplir cuatro años, el presidente de la república va a cumplir cuatro años, el primero de diciembre; aquí el gobernador Miguel Barbosa entró después del lamentable accidente.

Vino la elección y, en este tiempo, pues tiene que haber cambios, pero tienen que consolidarse esos cambios, de ahí partir para avanzar a más derechos y la profundización de la justicia social.

Usted ha venido acompañando al Presidente desde hace décadas, ¿qué tan difícil, como mujer en este tema del género, ha sido andar a su lado y abrirse paso de manera individual?

En el caso del presidente López Obrador, él siempre ha buscado la participación de las mujeres, siempre.

Yo recuerdo que, cuando él entró de jefe de Gobierno, éramos más mujeres que hombres en su gabinete, no solo paridad, sino que éramos más mujeres.

Él siempre decía que las mujeres son más honestas, más trabajadoras más responsables. Yo, también lo creo, por supuesto, con excepciones de algunos hombres, pero sí creo que las mujeres le imprimimos a la política y al servicio público mucha responsabilidad y, en ese sentido, nunca percibí por parte del del presidente nada que tuviera que ver con una diferenciación entre hombre y mujer, de hecho, él tiene un gabinete paritario por primera vez en la historia, (ha) propuesto una gobernadora en Banco de México, más mujeres en la Suprema Corte.

Hoy, en México, es distinto, en muchos sentidos, pero también en la participación de las mujeres.

 

La presidencia que será

En caso hipotético de que llegara una mujer a la Presidencia…

Pues yo no lo veo tan hipotético.

A ver, dígame

Yo veo en el 24, una mujer en la Presidencia.

¿Se ve usted?

Pues sí, ahí nos vemos.

 ¿Qué va a ser distinto con usted en la Presidencia, de un mandatario varón?

Son varias cosas, una, es el proyecto. Yo creo que es lo fundamental. ¿En qué sentido digo lo fundamental?, no es lo mismo cualquier mujer. Por supuesto que todas estamos de acuerdo y todos, yo creo, en que tiene que haber mayor participación de la mujer y tiene que haber más derechos para las mujeres, y tiene que haber igualdad, pero hay mujeres que no representan el proyecto que yo represento junto con millones de mexicanos y, al lado del presidente Andrés Manuel López Obrador y de 21 gobernadores, es un proyecto de transformación que tiene que ver con erradicar la corrupción, con erradicar los privilegios del servicio público y con destinar los recursos públicos para el beneficio de la gente, que tiene que ver con la construcción de justicia social, que tiene que ver con disminuir desigualdades y que tiene que ver con la concepción de que el Estado debe proveer los principales derechos: el derecho a la educación, el derecho a la salud.

Hay otro proyecto que, lo que quiere, es mirar al pasado, que quiere regresar al pasado, en donde el gobierno era representante de un grupo muy pequeñito, en donde se privatizaron los recursos naturales, en donde se privatizaron las empresas estratégicas, en donde se privatizó la educación, la salud, eso es un proyecto distinto.

No sólo es un asunto de ser mujer, sino qué representas y cómo lo representas y, también, cómo haces gobierno, porque no solo son las acciones, sino esas acciones en el fondo, qué principios traen y qué proyecto de ciudad, de nación o de estado representan.

Precisamente la oposición, la siento de repente muy beligerante, pero ya se miden y Morena está 20, 30 puntos adelante de toda la oposición junta, ¿en qué momento está esa rivalidad y cómo se encara? Con usted traen una beligerancia muy especial.

Yo creo que hay, ahí sí, una parte de misoginia.

La derecha nunca ha estado de acuerdo con que las mujeres participen. No sé si se acuerdan que el presidente Fox las llamó “lavadoras de dos patas”, que Diego Fernández de Cevallos hablaba del “viejerio”, porque ahora se hacen los representantes de las mujeres, pero históricamente no estaban de acuerdo con que las mujeres participarán en la vida pública, inclusive, era muy difícil para las mujeres participar.

Así como hay misoginia, hay mucho odio, ellos representan la discriminación históricamente en México y en el mundo. Hoy tenemos a Vox en España o, finalmente, lo que ha representado el fascismo en la historia, que es el odio, la discriminación, el clasismo, el racismo, el pensar que hay una gente superior a otra, eso es finalmente lo que les genera tanto odio, tanto estupor cuando participan las mujeres, o cuando se piensa en el pueblo, o cuando se piensa en los que menos tienen. Yo creo que, en el fondo, hay eso.

Ahora, nosotros planteamos que una pieza de una mujer indígena estuviera en (Paseo de la) Reforma, bueno, ha causado un revuelo, pero ¿que hay en el fondo de que creas que una mujer que fue gobernante de antes de la conquista de los españoles esté en Paseo de la Reforma?, qué profundidad en el racismo, en el clasismo, hay.

Entonces eso es lo que representa la derecha, el conservadurismo, por eso es conservadurismo y aquí lo que queremos es libertad, es democracia y es justicia social.

Esa es, digamos, la diferencia entre los proyectos de nación, incluida también la honestidad y el combate a la corrupción, entonces eso es lo que hay de fondo en los proyectos de nación.

Está bien que se debata y, por eso, pues cada vez son menos ellos y cada vez son más los que quieren esta transformación.

¿Por qué los más, la mayoría están aceptando este proyecto?

Porque una gran mayoría es la que ha estado excluida de los derechos. Cuando por primera vez ven a un presidente de la república que mira al pueblo y al que menos tiene, por primera vez en muchísimos años en la historia de México.

Particularmente, los últimos 36 años, se caracterizaron por gobiernos que lo que miraban era a los de arriba y no necesariamente a los de abajo, entonces, cuando el pueblo ve eso, pues lo que ve, es que eso quiere que continúe.

Hemos vivido una pandemia muy grande, entonces han cambiado muchísimas cosas y eso tiene que seguir progresando, y eso es para el bien de todos, así como dice la frase “por el bien de todos, primero los pobres”.

Yo creo que, también, las clases medias lo que quieren es que haya justicia social, y también los ricos y los más ricos, creo que también quieren que haya justicia social. El asunto es cómo llegamos, pues tiene que ver, desde mi perspectiva, con recuperar los grandes derechos sociales.

 

Imposible alcanzar a AMLO

Va a ser un gran reto llenar los zapatos de quien, como obra de vida, tiene este movimiento que es Andrés Manuel López Obrador.

Es imposible. Él es un dirigente social que encabezó esta transformación. Yo, que lo he visto desde el 2000, pero él viene de muchos años antes, no es un asunto de llenar los zapatos de este gran dirigente que es Andrés Manuel López Obrador, que hoy es Presidente de la República, sino cómo se establece una profundización y, al mismo tiempo, una profundización de la transformación para generar los grandes derechos y, al mismo tiempo gobernar, pues con la historia que uno tiene, como ha sido.

Pretender ser él, pues solo él es él, pero coincidimos en un proyecto de nación, la otra cosa es que hay muchísima gente que hoy gobierna muchas entidades de la república, que es parte de este proyecto. Entonces, por supuesto que encabezar los destinos de la nación, pues tiene que ver con un proyecto, pero Andrés Manuel López Obrador es quizá el mejor presidente que ha tenido México en la historia reciente.

Si todo se concreta así, la primera mujer presidenta, los pioneros siempre enfrentan muchas dificultades adicionales a las que de por sí se dan, ¿ha tenido esa reflexión antes de dormir?

Yo pienso que es primero un privilegio estar, en este momento, representando esa posibilidad.

Yo voy mucho a las escuelas públicas, porque damos una beca, y yo veo la cara de las niñas cuando me ven, y no porque yo pretenda ser superior ni mucho menos, pero cuando una niña dice: yo puedo ser jefe de gobierno, puedo ser astronauta, puedo ser ingeniera, puedo ser abogada, puedo ser presidente, pues cambia la mentalidad no solo de ella, sino de todos los niños, y eso representa un cambio generacional.

Entonces, la posibilidad de representar al pueblo de México con la Presidencia de la República, como primera mujer, pues ese solo hecho ya representa un cambio muy profundo y la posibilidad de un futuro y un sueño para las niñas de México, más allá de representar, además, un proyecto.

Entonces, ya lo decidirán en su momento las encuestas, pero es una posibilidad.

Le gusta mucho la música, usted toca la guitarra, canta desde la época universitaria, una época universitaria muy bonita en el CEU (Consejo Estudiantil Universitario de la UNAM).

Me tocó vivir, fue el primer movimiento, quizá el primero, que se opuso a la privatización de la educación pública. El primer movimiento triunfante.

Se decía entonces que la educación debía costar, como si el valor económico diera valor a los derechos. Esto llegó a tal nivel que, la naturaleza para que tenga valor, tiene que tener un valor económico y hay cosas que no se miden por el valor económico, hay derechos que son derechos que no tienen por qué costar, y yo creo que la educación pública debe ser gratuita.

Recuerdo esa reflexión que tenían algunos, que decían que lo que era gratis, no se valoraba.

Exactamente, así se decía, era el principio del neoliberalismo.

(…) Cuando va pasando y ve a la ancianita, ve a la jovencita, ve al señor, ¿qué reflexión le viene?

Lo primero es mucha emoción y es mucha responsabilidad. Yo siempre he pensado que uno, no se puede poner por encima de los demás, que somos iguales, pero nos ha tocado una responsabilidad en este momento y esa responsabilidad tiene que ver con ello, con poder dar vida digna, poder brindar bienestar y eso es una emoción y un privilegio.

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