Desde la tribuna del poder en México, Miguel Barbosa Huerta apareció en las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien mantenía una lucha de más de 30 años en la izquierda del país. Tres décadas de hacer política a la vieja usanza: a pie y mucha saliva.
Cuando el mandatario subió al estrado del Palacio Nacional la mañana de este miércoles, su expresión sólo podía reflejar una cosa: la pérdida de un compañero de lucha de quien siempre tuvo palabras de respaldo por su trabajo en la entidad y por adoptar como nadie los ideales de la Cuarta Transformación.
De inmediato, las palabras evocaron el dolor: “Pues vamos a informar. Antes, lamentar mucho la pérdida, el fallecimiento de Miguel Barbosa, nuestro compañero y gobernador del estado de Puebla, nos conmovió a todos”, expresó.
López Obrador recordó que fue desde principios de los 90 cuando estrechó su mano por primera vez con Miguel Barbosa, tiempos en los que se comenzaba a consolidar el PRD como una corriente del Frente Democrático Nacional, en tanto que el gobernador poblano había fundado su propio bufete jurídico en el municipio de Tehuacán y era miembro activo de la política.
El presidente de México reconoció que fue gracias a Miguel Barbosa que se logró afianzar la marcha por la Cuarta Transformación, mejor conocida como marcha del millón, en la Ciudad de México, el pasado 27 de noviembre, toda vez que fue con su iniciativa que miles de personas de todas partes del país se volcaron contra los abusos de la derecha.
“De ahí surgió su propuesta, de hacer una manifestación, una marcha en Puebla para defender al gobierno y a la transformación cuando la embestida de los conservadores. Y antes que nadie, él convocó a esa movilización. Eso llevó a que el informe se convirtiera en marcha. Y estuvo con nosotros al inicio de la marcha, estuvimos juntos. Y luego, en Puebla hizo también posteriormente su movilización”, apuntó.
López Obrador manifestó que ésa no fue la primera vez que tuvo una buena colaboración con su par. Hace dos años, por ejemplo, empezaron juntos en Tehuacán el ambicioso programa La Escuela es Nuestra, ahí, en el pueblo que lo vio crecer.
La buena relación entre ambos políticos de altura propició múltiples reuniones este año. Una que el mandatario federal recuerda es la conmemoración de la Batalla de Puebla del 5 de Mayo en la zona de Los Fuertes.
“Fue un homenaje muy importante a quienes lucharon por nuestra patria. Él estaba muy insistente de que debía yo de asistir y estar en todo el desfile cívico militar en Puebla, y lo acompañé”, expresó.
El titular del Ejecutivo Federal también habló de su visita a Puebla en octubre pasado, donde acompañó al gobernador en Ayoxuxtla, árido terreno zapatista donde se firmó el Plan de Ayala y que más de un siglo después, fue el sitio donde se reunieron los dos líderes de Morena para la inauguración de obras de mejoramiento urbano.
Tras recordar los momentos clave de trabajo conjunto y la estrecha relación de amigos que los caracterizó más allá de lo laboral, Obrador confirmó su visita a Casa Aguayo por la tarde de ayer, al recordar que al igual que él, fue un hombre que “vino desde abajo, siempre abriéndose y enfrentando adversidades”.
Ésta fue la quinta ocasión en el año que el presidente de México visitó Puebla. El motivo ya no fue la entrega de obras o promover jornadas de autoconsumo para evitar la inflación, sino para acompañar a quien fue por muchos años uno de sus principales aliados en el proceso de la Cuarta Transformación.
En cada invitación que se hacía extensiva a López Obrador, mostró sus buenos deseos a Miguel Barbosa. Uno de los momentos más emblemáticos fue el pasado 5 de Mayo, cuando en su conferencia matutina desde la entidad, expresó: “Estamos muy contentos, muy satisfechos con el trabajo que está haciendo el gobernador Miguel Barbosa en Puebla”.
El compromiso fue mutuo por parte del gobernador poblano. En octubre, durante una reunión de seguridad en la 25 Zona Militar, Barbosa Huerta manifestó de vuelta, como en muchas otras ocasiones: “En Puebla no le vamos a fallar”.
La última ocasión que ambos se vieron a la cara fue el 27 de noviembre. En aquella tarde de domingo, Andrés Manuel López Obrador le expresó con beneplácito al pie de la plancha del Zócalo: “¡Qué bueno que viniste, Miguel!”, mientras se daban un apretón de manos e intercambiaban una sonrisa de amigos.
López Obrador tuvo el privilegio de ser informado de primera mano sobre el deceso de su compañero de lucha y amigo este 13 de diciembre de 2022, luego, informó al país sobre la irreparable pérdida: “Lamento mucho el fallecimiento de mi compañero Miguel Barbosa Huerta, gobernador del estado de Puebla. Acabo de hablar con su esposa Rosario, le expresé mi tristeza y hago extensivo mi más profundo pésame a familiares, amigos y a su pueblo”, informó en Twitter.
