Casa Puebla oficialmente dejó atrás la huella del morenovallismo, pues el barbosismo le ha dado un nuevo giro recreativo para que las familias poblanas puedan acudir a realizar diferentes actividades y disfrutar de los espacios alejados de la opulencia.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta encabezó el pasado sábado la apertura del inmueble, que hasta hace algunos años fuera la casa de los gobernadores de Puebla, la cual ahora tiene una vocación diferente apegada al pueblo.
Casa Puebla tiene una capacidad para albergar hasta mil 50 personas y cuenta con una pista para correr de un kilómetro, cancha semiprofesional de fútbol, canchas de básquetbol, gimnasio techado, salón de usos múltiples, palapas con asadores, cafetería y salas para talleres de música, canto, bordado y pintura.
En su discurso inaugural, el mandatario consideró que el abrir al público este espacio de más de 7 hectáreas, es una reconciliación entre la sociedad y el poder público, ya que durante el régimen anterior era utilizado solamente por “la élite” y allegados de quienes eran los gobernantes.
“Sin duda que el poder público se sostiene en una sociedad. También con símbolos, con protocolos que son válidos siempre y cuando no representen opulencia, exceso, derroche, fantochería y corrupción, y mucho de eso aquí ocurrió”, señaló.
La inversión para reformar este inmueble fue de 24 millones 174 mil pesos y cuenta con espacios deportivos, musicales, culturales, artísticos y de esparcimiento familiar, además de un bosque en el que se pueden llevar a cabo días de campo y reuniones.
De hecho, el mandatario señaló a los poblanos como legítimos dueños de este espacio, por lo que ahora tendrán la oportunidad de disfrutar de salas de cine y un mirador, además de un estanque con peces; Casa Puebla servirá de espacio para dictar talleres artísticos y de cursos de bordaje y artesanía.
Barbosa Huerta retó a su sucesor a que en su administración vuelva a convertir este espacio en su propio domicilio y esto aleje a los poblanos de tener un espacio para disfrutar, justo como hizo el morenovallismo que volvió Casa Puebla en un inmueble de fiestas privadas y sitios de derroche de recursos.
En el Periódico Oficial del Estado se publicó un decreto en el que se hace válido que este espacio sea utilizado como una especie de parque para los poblanos, al menos hasta el 2024 que el gobernador Miguel Barbosa Huerta llegue al fin de su administración.
Un inmueble que data de los años 40
La construcción de Casa Puebla, ubicada a un costado de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, ocurrió en la década de los 40’s, ordenada por el exgobernador Carlos Betancourt Molina; sin embargo, nunca la habitó.
Fue hasta el gobierno de Alfredo Toxqui Fernández de Lara que Casa Puebla se convirtió en la residencia oficial de los gobernadores poblanos, situación que así se mantuvo hasta la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso, quien la habitó por diez días antes de perder la vida el 24 de diciembre de 2018.
En su interinato como gobernador, Guillermo Pacheco Pulido decidió cerrar el inmueble, pero cuando Miguel Barbosa Huerta arribó a la gubernatura anunció que el inmueble abriría sus puertas al público e instruyó que ahí se instalaran dependencias como el Instituto Poblano de Pueblos Indígenas (IPPI), así como el de la Discapacidad y el de la Juventud.
