El senador republicano Eric Schmitt afirmó este martes que el impuesto a las remesas desde Estados Unidos aumentó 5 %, como respuesta directa al senador mexicano Gerardo Fernández Noroña, quien días atrás se burló de la iniciativa para aumentar el gravamen a los envíos de dinero a México.
“La semana pasada, el presidente del Senado mexicano se rio de mi proyecto de ley para cuadruplicar el impuesto a las remesas. Ayer se volvió a burlar. ¿Adivina qué? El impuesto acaba de subir un 5 %”, escribió Schmitt en su cuenta de X (antes Twitter).
El comentario generó polémica, al ser visto como una represalia política tras los señalamientos públicos de Noroña, quien calificó la propuesta como “absurda, ofensiva y discriminatoria”. En una conferencia, incluso ironizó diciendo que “la iba a apagar con gasolina”.
La controversia inició semanas atrás cuando Schmitt presentó una propuesta para elevar el impuesto federal a las remesas —de 3.5 % a 15 %— dirigida especialmente a migrantes indocumentados. Aunque no ha sido formalmente aprobada, la idea ha generado rechazo masivo en México.
La presidenta Claudia Sheinbaum calificó la medida como discriminatoria y contraria a los derechos humanos de los migrantes. El embajador de México en Washington, Esteban Moctezuma, ha sostenido reuniones con legisladores de ambos partidos para exigir el retiro de la propuesta.
México es el mayor receptor de remesas a nivel mundial. En 2024, los envíos desde EE.UU. superaron los 63 mil millones de dólares. Un incremento del 5 % en el impuesto representaría una carga financiera grave para millones de familias mexicanas.
“No vamos a permitir que usen a nuestros paisanos como botín político. Si es necesario, iré personalmente a Washington a defenderlos”, afirmó Noroña en el Senado.
Hasta ahora, no hay confirmación oficial por parte del Congreso de EE.UU. sobre un ajuste legal al impuesto. Las declaraciones de Schmitt parecen ser parte de una escalada retórica más que un cambio legislativo ya ejecutado.
Especialistas advierten que, si se concreta un aumento en el impuesto a las remesas, podría provocar un aumento en el uso de canales informales o criptomonedas, lo que dificultaría su regulación y pondría en riesgo la seguridad financiera y fiscal de ambos países.