Georgina Cruz
El ratón cayó en la ratonera, y el resto de la manada huyó de la madriguera. Cambiaron los campos verdes sinaloenses por una green card estadounidense. Pareciera que nuestros vecinos del norte recorrieron –a la inversa– el túnel que cavó el mismísimo Chapo, y destaparon las cloacas.
Eran las 9:11 de la mañana del 12 de mayo de 2025, cuando el periodista Luis Chaparro publicó de manera exclusiva en su cuenta de X (@piedenota) una revelación brutal: 17 integrantes de la familia del Chapo Guzmán –el narcotráfico más poderoso de México en las últimas décadas, condenado a cadena perpetua en EE.UU. desde 2019–, se entregaron de manera voluntaria a las autoridades estadounidenses, a cambio de inmunidad.
El FBI les dio la bienvenida al sueño americano, esperándolos en la Garita de San Ysidro, el puente fronterizo entre California y Tijuana.
“La chapiza”, se habría auto-extraditado luego de que uno de los tantos hijos del ‘Chapo’: Ovidio (‘El Ratón’) Guzmán López, aceptara cooperar con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, declarándose culpable a cambio de presuntamente mejorar su situación legal y solicitar garantías de protección a su familia, luego de ser capturado en 2023 junto a otro poderoso del narco: Ismael ‘El Mayo Zambada’.
En “Ratatouille” (Disney-Pixar, 2007), por encima del peligro de tener a humanos y ratas juntas, un pacto a conveniencia avala esa convivencia… “La realidad (siempre) supera a la ficción”, decía Oscar Wilde.