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miércoles, abril 24, 2024

Sábado de gloria

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El futbol, como tal, es un deporte de conjunto donde 11 pelados compiten contra otros 11 con la finalidad de meter el balón en la portería contraria, la mayor cantidad de veces posible, durante 90 minutos.

A pesar de su simpleza, a millones nos apasiona y a otros no tanto. Su encanto, intrínseco del deporte, radica en las lecciones de vida que nos puede llegar a ofrecer en varios sentidos.

El pasado sábado, cuatro sucesos marcaron la agenda futbolera de los que solemos pasar el fin de semana viendo partidos de aquí, de allá y acullá, desde que amanece hasta que anochece.

En España, el Cádiz contra Barcelona se tuvo que detener al minuto 81 por un hombre infartado en la tribuna. Las imágenes hablaron por sí solas: jugadores consternados e incluso rezando, el portero Ledesma corriendo a las bancas para recibir equipo médico y llevándolo a toda velocidad a la zona del incidente.

Gracias al bien hacer de todos los involucrados, el aficionado se recupera ya en el hospital. La vida, a través del futbol, nos recordó que antes que futbolistas son personas y que existen “a veces” cosas más importantes que los tres puntos.

En nuestra Liga MX, Jonathan Dos Santos fue el héroe inesperado de la novena victoria del América en fila, ahora ante Necaxa en Aguascalientes.

Desde que llegó ha jugado poco en el mediocampo, hoy está detrás de Fidalgo, Sánchez y Aquino en la carrera por la titularidad, gracias a las rotaciones de Ortiz por fin jugó de inicio.

Lo hizo bien y anotó el 1-1 de momento. Al final lo entrevistaron y soltó en llanto por lo difícil que lo ha tenido para jugar y también porque su papá Zizinho (exjugador del América) recientemente cumplió un año de fallecido.

Ni en lo personal ni en lo deportivo ha bajado los brazos y gracias a su esfuerzo pudo dedicarle a su padre su primer gol en México. Se eriza la piel al escuchar sus declaraciones a pie de campo.

Finalmente, los reflectores se los robaron dos porteros, no precisamente por sus atajadas y curiosamente surgidos ambos de Santos Laguna: Carlos Acevedo y Julio González.

Santos perdía 3-2 en Querétaro y Acevedo subió a rematar un tiro de esquina en la última jugada. Pumas caía 2-1 en Toluca y González subió a rematar un tiro de esquina en la última jugada.

Los 2 cabecearon como delanteros y les dieron a sus equipos de manera épica el empate. Se puede ver como un recurso burdo el amontonar efectivos en el área para conseguir el gol, pero tiene que ver más con el convencimiento y mentalidad del portero de conseguir lo que parece improbable a todas luces.

Que en cualquier liga del mundo un portero anote un gol es raro en una temporada, ya no les cuento dos y en la misma jornada. Acontecimiento totalmente sui generis.

El portero es esa rara avis que puede acertar 10 veces, pero que, si se equivoca una, todo se va al garete. Por ello, mentalmente deben ser fuertes y gracias a ello, creen en lo imposible: marcar un gol de cabeza al 90.

Fue un sábado de emociones al por mayor, dentro y fuera de la cancha. No olvidemos que el futbol, como deporte, nos puede dar grandes lecciones de vida más allá del balón.

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