A solo 6 días de que comience esta gran justa futbolera, el efecto quita manchas ya fue aplicado. Así sucedió en todos los mundiales. Las conveniencias económicas y sociales, (imposible separar estos dos efectos) dan como resultado que se designe el país sede. Les recomiendo el documental de Netflix llamado “Los entresijos de la FIFA”, en el cual te dan un panorama de cómo y de porqué se otorgan los mundiales, los grandes fondos que prevalecen para tal y por supuesto, las repercusiones jurídicas que han tenido.
En este último, Qatar, no podía ser de otra forma. Con todo el dinero del mundo por parte de los organizadores, no podían dejar pasar esta oportunidad de obtener la distinción de organizar el mundial, un país perteneciente a los Emiratos Arabes y que de facto pretenden darle otra cara a nivel mundial. Utilizaron a personajes muy poderosos e influyentes, para obtener la sede, sin tener estadios, hoteles para albergar a la cantidad de aficionados que acudirán, cambio de meses para efectuarlo por tener altas temperaturas en los meses tradicionales para dicho torneo, un gran problema social de género muy estancado y muchos más problemas. La solución fue ganar la organización del mundial y con eso, darle un lavado, en cosa de un mes para poder salir al mundo con una nueva cara, pero con los mismos problemas difíciles de limpiar en tan corto tiempo.
Ante esta realidad difícil de quitar, yo recomiendo, en automático, fijar nuestra atención en el juego, en que la pelota se empiece a mover a partir del próximo domingo a las 10 AM; mediquemos nuestra conciencia con efectos de un mes y sólo disfrutemos el juego que nos gusta: el Futbol.
Enfoquemos nuestros sentidos en lo que hará Brasil, Francia, Argentina. Vamos a darle importancia al juego de Holanda, veamos si USA y Canadá prosperaron para estar en estas batallas deportivas. Veamos si los países Africanos recuperan el espíritu natural Africano.
De México que más quisiera que le mostraran al mundo la calidad de su juego en forma individual y lo más difícil, grupal. Lo primero en algunos integrantes se verá, lo juro, en cantidad no mayor a 6 elementos. Pero en conjunto, eso llamado equipo, muy difícil de verlo. El Sr técnico, con mucha experiencia y conocimiento del juego, en 4 años nunca adaptó son dones al medio mexicano, nunca entendió nuestro sentir hacia este deporte, por lo mismo, los resultados serán difíciles que lleguen en una actividad que lleva como base la asociación de movimientos e ideas plasmadas en el terreno de juego. Las contiendas ya están pactadas para el día 22, 26 y 30 de este mes y la ilusión de más de 90 millones estará intacta de que el árbol de fruto, sin importar qué semilla sembraste.
Por toda esta afición, mi deseo es que se dé lo que buscan, que tengan una satisfacción en tiempos que esa palabra es difícil de ejercer. El técnico en turno pasará a segundo término, como sucedió hace 4 años en Rusia. Como solución, tendrá que imperar dentro de la cancha, la vanidad y combatividad del jugador. El juego de conjunto lo descartamos, entonces hagan sociedades pequeñas, los 3 que van por derecha, o los 3 por izquierda y esos a su vez con uno que esté por el centro. Todo esto por iniciativa propia. Después el que se ponga la medalla no importa. Yo siempre le daré toda la importancia al desarrollo del jugador.
No se juega la patria, pero si se juega un sentimiento por medio de un deporte que apasiona al país y ese sentir, en México, siempre nos sacó adelante.
Háganlo una vez más.
