El atrincheramiento ocurrido en el Congreso del estado en los días aciagos por la muerte del gobernador Miguel Barbosa Huerta fue un triunfo para el Federalismo y dejó en claro que las decisiones de Puebla las tomen los poblanos, pero también abrió un peligroso frente de batalla contra la Federación, principalmente contra el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, quien estaba a cargo de operar la designación del gobernador sustituto. La noche de los celulares apagados se convirtió en una anécdota memorable que ahora se platica con amplias sonrisas, pero en su momento representaba para muchos un suicidio político. Ungido como el nuevo gobernador, Sergio Salomón Céspedes Peregrina tenía frente a sí el reto de asumir un estado en medio del dolor y la incertidumbre, además de confrontado con el gobierno federal. Fue justo en este reto mayúsculo en que todos conocimos de primera mano la habilidad y oficio político de Sergio Salomón que en solo cuatro meses logró lo impensable: recomponer su relación de López Hernández, lo que le ayudó colarse en los pasillos del poder nacional; ser un gobernador legitimado por todos los factótum del poder en México, estrechar lazos con los secretarios de Estado, convertirse en el líder político de la entidad que despresurizó la tensión política, sentó a sus mesa a aquellos que estaban vetados y validó el piso parejo tanto para los aspirantes presidenciales como para la gubernatura. Para coronar su estrategia, el presidente Andrés Manuel López Obrador lo sumó, sin dudarlo, a la 4T y lo identificó como un aliado confiable. Este 5 de mayo, fecha emblemática para la entidad poblana, se pudo comprobar que la apuesta del mandatario estatal es y sigue siendo la correcta: el consenso, el diálogo, la búsqueda de acuerdos, apertura e inclusión para todos los que deseen construir hacia adelante. Más allá de si López Obrador y Sergio Salomón lucieron contentos y muy platicadores durante la parada cívica-militar, la ceremonia oficial y diversos actos, si el mandatario estatal hubiera apostado por la vía de la confrontación otra realidad nos acompañaría, una en la que el común denominador sería la pérdida de oportunidades e inversiones públicas en la entidad. Con la llegada del oriundo de Tepeaca estaba en juego no sólo su unción, la gobernabilidad y difícil permanencia sino proyectos que continuarán con la transformación del estado. Este 5 de Mayo, en el 161 aniversario de la batalla de Puebla, Céspedes Peregrina anunció en La Mañanera, la máxima tribuna del poder en México, una inversión por más de 6 mil 400 millones para obras como la Línea 4 de la Red Urbana de Transporte Articulado, una nueva central camionera al sur de la ciudad de Puebla, un viaducto, entre otras. Este anuncio vino acompañado de otro de igual impacto: Puebla logró recuperar mil 900 millones de pesos, que equivalen a 75 del monto del crédito fiscal del Servicio de Administración Tributaria, por la evasión de impuesto en el gobierno morenovallista. Eso no hubiera sido posible con un gobernador enfrentado a la Federación, incapaz de tender puentes y puntos en común. El logro no tiene parangón ya que prácticamente, Puebla queda tablas con el SAT debido a que la evasión de Rafael Moreno Valle ascendió a 700 millones que es el monto que la institución decidió retener porque nunca fue entregado. La ruta trazada por Sergio Salomón es la correcta. La realidad se impone y confirma que el nuevo estilo personal de gobernar que hay en Puebla ofrece luces esperanzadoras después de años de desgracias acumuladas para los poblanos.
martes, abril 23, 2024
