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jueves, abril 25, 2024

Lecciones de la normalidad política para Eduardo Rivera

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Antes de fallecer, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta consolidó una alianza importantísima con Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, una de las favoritas para suceder al presidente, Andrés Manuel López Obrador. Este viernes el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, visitará nuestra entidad para participar en un foro sobre la Reforma Electoral y se especula que también viene a promover su candidatura a la presidencia de la República.

Según lo que se conoce en medios y columnas políticas como la de Ricardo Morales, el secretario se reunirá con el gobernador sustituto, tendrá un evento particular y finalmente un conversatorio. Lo cual a nadie debe sorprender. Los políticos hacen política. Si la jefa de Gobierno, por ejemplo, realiza actividades para promover un intercambio de experiencias en materia de políticas públicas, o si el secretario de Gobernación participa en actividades para informar sobre la importancia de la reforma electoral, ambos son acontecimientos que se deben entender en la normalidad política.

En contraste, la anormalidad, lo inmoral, lo corrupto sería, lo que está haciendo el gobierno municipal de Eduardo Rivera: aumentar el costo de los servicios del ayuntamiento; inventarse “garantías de pago”, como los inmovilizadores de vehículos (arañas); y lo peor, ejercer de manera oscura y facciosa los recursos públicos de las y los poblanos para promover sus aspiraciones políticas rumbo a 2024. Estas últimas semanas, diferentes actores han manifestado su preocupación, por mencionar algunos, los regidores, Leobardo Rodríguez y Elisa Molina, diputados locales como Eduardo Alcantara Montiel o Maria Guadalupe Leal Rodríguez –ambos de acción nacional, por cierto–, o diputados federales como Alejandro Carvajal.

No es menor su inconformidad, su malestar tiene respaldo constitucional, el artículo 134 dispone que los recursos económicos se deben administrar con “eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez”; además, establece que: “la propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social (…) deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.

Sin embargo, en el ejercicio fiscal de 2023 hay un aumento desproporcionado e injustificado en el gasto por concepto de consultorías, comunicación social y una intención de ocultar el destino final de los recursos públicos, lo que permite suponer que hay un gobierno sin rumbo y con un sello de corrupción. Además, como ya lo denuncié en esta casa, Hipócrita Lector, en la columna La política recaudatoria y policiaca de Eduardo Rivera: la política recaudatoria ha sido respaldada por acciones violentas contra la ciudadanía, lo que ha derivado en casos de abuso policiaco y violación a derechos humanos, bajo un enfoque clasista y racista.

El gobierno de Eduardo Rivera carece de líneas programáticas para el bien de todos y todas. Su agenda es mediática, sus aliados de papel (Marko Cortés, por ejemplo), su aspiración política es una tomada de pelo, que resulta muy cara para las y los poblanos de la capital.

 

Ángel Custodio

La visita de Joe Biden y Justin Trudeau a la Ciudad de México resultó ser un éxito, no hubo reclamos por los supuestos retrocesos democráticos ni por la supuesta falta de inversión privada. En un clima amistoso el hombre más poderoso del mundo convivió con el hombre con mayor respaldo del mundo. El peso mexicano se fortaleció al punto de 18 pesos por dólar, finanzas sanas, estabilidad política y oportunidades para negocios. Grandes temas tendrá oportunidad de conversar el secretario de Gobernación en Puebla ¡bienvenido!

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