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martes, noviembre 5, 2024

Un hombre alto, de lentes y moreno

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Hace diez años, en 2014, Sergio Salomón Céspedes Peregrina estaba molesto, irritado, ligeramente frustrado.

Y es que acababa de perder la candidatura del PRI a la alcaldía de Tepeaca.

Más que perderla, la designación no le favoreció.

Le ofrecieron entonces la candidatura a la diputación local por Tepeaca, y terminó aceptándola.

Y se impuso en las elecciones.

(Rafael Moreno Valle gobernaba Puebla. Enrique Peña Nieto despachaba en Los Pinos. Y Andrés Manuel López Obrador estaba fundando Morena luego de haber sufrido en 2013 dos infartos cardiacos).

Hace diez años, por estas fechas, estaba por rendir protesta como diputado local en un Congreso dominado por algunos de los cuadros principales del morenovallismo, quienes aspiraban de alguna manera a llegar en el corto tiempo a la gubernatura de Puebla.

Quién lo diría: varios de ellos hoy trabajan para él.

Literalmente, los rebasó por la izquierda.

(La comisión que presidió en el Congreso fue la de Derechos Humanos).

En estos diez años, Sergio Salomón ha construido una de las carreras políticas más vertiginosas.

De la diputación local llegó, ahora sí, a la alcaldía de Tepeaca.

Desde su patria chica se forjó y se amoldó para la patria grande —e inédita— que se venía construyendo, más allá de los partidos tradicionales.

Un nuevo regreso al Congreso del Estado, ahora bajo las siglas de Morena, lo condujo a la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

Desde ahí empezó a generar consensos y a ganar voluntades entre los legisladores de las diversas bancadas, incluidos los del PAN.

El gobernador Miguel Barbosa Huerta lo incluyó en dos rutas: como precandidato a la gubernatura y como uno de los coordinadores en Puebla de la doctora Claudia Sheinbaum, aspirante, en aquel momento, a la candidatura de Morena a Palacio Nacional.

Tras la muerte de don Miguel, Sergio Salomón llegó a Casa Aguayo como gobernador sustituto.

Prácticamente todos los diputados locales votaron por él.

Su gobierno de dos años sirvió también como un doctorado de ciencia política, una vez que fue creciendo en todos los aspectos: el trato, el modito, el discurso, la negociación y la prudencia.

En este periodo, Puebla entró en un proceso de reconciliación a partir de la enorme tolerancia con todos los grupos y todos los actores.

Diez años atrás nadie lo hubiera imaginado.

Hoy está en la antesala de integrarse al gabinete de la presidenta Sheinbaum, quien lo invitó a dirigir el Instituto Nacional de Migración, espacio crucial en la nueva estrategia nacional de seguridad.

El reto que tiene enfrente es uno: generarle un rostro humano a la institución.

¿Cuál fue la estrategia de Sergio Salomón para crear en diez años una carrera política como la suya?

Es un enigma.

Lo suyo, hay que decirlo, se dio al margen de sofisticadas estratagemas, aunque tampoco es obra de la casualidad.

Digamos que su carrera descansa en la tolerancia, la disciplina, la entrega y la pasión.

Todo eso junto conforma la feliz trayectoria de quien gobernará Puebla hasta el 13 de diciembre de 2024.

Diez años después, por cierto, Moreno Valle descansa en paz, Peña Nieto en Madrid y López Obrador —después de haber sido presidente— en su quinta de Palenque.

Qué historia.

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