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viernes, abril 19, 2024

Manuel Bartlett desvía recursos para Nacho Mier (desde la CFE)

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Muy ocupado estuvo el diputado Ignacio Mier Velazco en los últimos días hablando, vía telefónica, con decenas de alcaldes poblanos. ¿El fin?

Invitarlos a su informe —con la cuota respectiva de acarreados— y, en consecuencia, a su precandidatura al gobierno del estado.

Lejos de lo que vino a decir Mario Delgado, presidente nacional de Morena —en el sentido de que el pueblo es el que decide en este partido—, Mier les aseguró a los alcaldes que cuenta al cien por ciento con el presidente López Obrador Obrador, quien ya le dijo —siempre según su versión— que la candidatura es suya.

(Más allá de lo que diga el pueblo).

Las respuestas de los alcaldes fueron contundentes.

No sólo le dijeron que no podían asistir al informe, sino que lo batearon con lo de los acarreados.

Y más: lo dejaron volando en el tema de su precandidatura.

Cuentan que dos o tres asesores políticos de algunos alcaldes distraídos sí aceptaron enviar personeros pero camuflados con cubrebocas.

(Los integrantes de la Banda de los Nachitos también se ocultaron así, pero fueron descubiertos para su desgracia. ¿A qué le temen? A las auditorías que les están haciendo —al margen de su adicción política— desde hace algunos días).

De la mano de Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad, Mier Velazco también busca seducir a los alcaldes con futuras obras de electricidad.

La estrategia es ésta:

El diputado les dice que don Manuel los buscará para amarrar las obras.

Casi de inmediato, el funcionario federal les llama y les llena el oído con la promesa de realizar obras de millones de pesos en sus municipios.

Bartlett cierra la charla diciéndoles que “todo hay que verlo con Nacho”.

Una nueva llamada de éste, cierra la pinza:

“Vente conmigo. Soy el gallo del presidente López Obrador para Puebla”.

Qué elegante manera de desviar recursos públicos para conseguir adeptos.

¿Estará enterado el presidente de que su nombre es utilizado de esta manera?

Bartlett es un viejo lobo en la materia de la desviación de recursos.

Lo hizo como secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid y en la SEP con Zedillo.

Lo que sorprende es que lo haga ahora con López Obrador.

Cosa curiosa: el gobernador lo llamó recientemente a no meter las manos en Puebla para favorecer a su alumno menos aventajado.

Por lo pronto, Bartlett no se quiso meter en problemas y se abstuvo de acudir al desairado arranque de precampaña.

Adán Augusto López, secretario de Gobernación, tampoco quiso subirse a ese tren y sólo le envió a Mier una felicitación por su informe.

Tres personajes menores, por cierto, fueron los destapadores del multicitado.

Y de los tres no se hace uno.

¿Nombres?

Gerardo Fernández Noroña, diputado federal y aspirante ignorado a la Presidencia de la República.

(López Obrador lo trata peor que a la Muñeca Fea de Cri-Crí).

Sergio Gutiérrez, fallido aspirante a la gubernatura de Veracruz.

Y Enrique Doger, exalcalde de Puebla.

Más allá de los miles de acarreados —hasta veracruzanos hubo en la trama—, el acto fue muy pobre, políticamente hablando.

Y lo peor es que, tanto en el discurso como en la conferencia de prensa, Mier no tuvo una sola palabra de aliento o agradecimiento para su socio Arturo Rueda.

Él, que habla tanto de lealtad, se vio de lo más desleal con quien habita desde el 21 de mayo pasado un espacio en una cárcel de Puebla.

Qué dolor, qué dolor, qué pena.

 

El “te lo dije” de Julia Abdala. La escena ocurrió hace algunos meses en la boda de la hija de un notario.

Juntos en la mesa de honor, el gobernador Barbosa y Bartlett Díaz conversaban animadamente.

De pronto, Nacho Mier pasó a despedirse.

Un testigo de la escena alcanzó a escuchar perfectamente lo que ahí se dijo una vez que el discípulo de don Manuel se marchó.

—En manos de Nacho está la Reforma Eléctrica —dijo el titular de la CFE.

—No te engañes, Manuel. La reforma está en manos de quien la va a sacar adelante: el presidente. Mier es un delincuente, ¿eh? —acotó el gobernador.

—¡Te lo dije, Manuel! ¡Te lo dije! —terció Julia Abdala, pareja sentimental de Bartlett.

Por cierto: si se confirma que su sobrino incómodo —Rodrigo Abdala— regresa derrotado a la Delegación de Bienestar evidenciará una falta de dignidad atroz.

Y es que de aquí se fue a la alta burocracia de la Secretaría de Bienestar supuestamente para crecer.

El que hoy venga de regreso sólo deja entender algo: que fracasó en su tarea y que lo suyo es desviar recursos y becas para beneficiar a Mier.

(Ya lo hizo y fue exhibido como delincuente en la reciente elección de Morena).

Otro de los que vendrá sólo a dar pena en la Delegación de Gobernación federal es el “político profesional” Paco Ramos de Manzanilla.

(Ramos y Juan Carlos Natale, valet de Ebrard, tienen el récord mundial de matrimonios breves. El primero duró 15 minutos casado, contra 16 del segundo. ¿Cómo es que tan rápido los regresaron a los corrales?).

Paco Ramos iba a ser delegado de Relaciones Exteriores hace algunos meses, pero una quinta columna lo tiró.

Y eso que ya andaba repartiendo cargos.

Ahora espera trabajar políticamente para Nacho desde esa posición.

¿La duda que mata es si alguien le hará caso?

Si lo regresaron por descastado a los corrales, se ve difícil.

Tan importantes son esas dos delegaciones que nadie conoce los nombres de los actuales titulares.

¡Terrible!

¡Bebamos!

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