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martes, abril 16, 2024

El Mensaje de doña Rosario, la Asunción de Gaby y los Aplausos de la Diputada Mier

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Doña Rosario Orozco se limpió las lágrimas, abrazó en su discurso al gobernador Sergio Salomón y a su esposa Gaby Bonilla, recordó el espíritu generoso del gobernador Miguel Barbosa y reflexionó brutalmente sobre un término singular: reconciliación.

Como lo hizo ante el presidente López Obrador en el homenaje póstumo a su esposo, doña Rosario improvisó un mensaje armónico y rico en matices, pero —a diferencia de aquel día— rico también en mensajes políticos.

Claro que al gobernador Barbosa le interesaba reconciliarse con los poblanos, dijo, pero con los que menos tienen, dijo, no con los que sólo persiguen intereses personales.

Habló el gobernador Barbosa de reconciliarse con el pueblo, dijo, no con los que sólo viven para el poder, dijo, esos que sólo negocian canonjías y lucro personal.

Muy fuertes y sonoras se alzaron sus palabras en el auditorio de Los Fuertes, cerca de lo que fue durante décadas enteras el centro del poder: la celebérrima Casa Puebla.

Desde su condición de viuda del gobernador, desde su luto entero —pantalón negro, blusa negra, chalina negra—, doña Rosario Orozco no titubeó un segundo para insistir en que es a esa reconciliación a la que le apostó su esposo.

Una reconciliación, dijo, con el pueblo, no con los machuchones de siempre: los que están sólo a merced de sus bastardas intenciones.

(La traducción libérrima, faltaba más, es de quien esto escribe).

En su paso por la tribuna, Gaby Bonilla, esposa del gobernador Sergio Salomón, le pidió a doña Rosario que la siga aconsejando y mimando.

Y pidió un minuto de aplausos en memoria del gobernador Barbosa.

Desde su primera fila, a unos metros del presidium, la diputada Daniela Mier —hija de Ignacio Mier Velazco— no sólo se sumó a los aplausos: los ofreció de pie.

Y se sumó igualmente al homenaje que el matrimonio Céspedes Bonilla le ofreció a una conmovida doña Rosario Orozco.

Una y otra vez, la diputada Mier aplaudió y se levantó en señal de respeto.

(Qué imagen tan inédita en este primer mes de un año clave en la vida del estado).

Este jueves, en el salón Fuerte de Guadalupe, del Centro Expositor, ocurrieron, además, varios actos a la vez:

El homenaje a la abogada Rosario Orozco, doblado de una ofrenda humana al gobernador Barbosa, y la asunción de Gaby Bonilla a la Presidencia Honoraria del DIF estatal.

Gaby, con sus hijas, celebraron también —con los miles de asistentes— al gobernador Sergio Salomón en su primer acto público con toda la clase política reunida.

Fue una especie de toma de posesión postergada por la reciente muerte del gobernador Barbosa y las fiestas de diciembre.

Ufff.

Cuántos mensajes tan diversos en un solo, único, acto.

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