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jueves, abril 25, 2024

Facundo Cabral para la Vida y el Alma

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I 

La vida es tan sabía que nos va poniendo en el lugar indicado en el momento adecuado o necesario. 

Los tiempos de Dios son justos, dice una vieja y sabia frase. 

Cuando el Ser Humano acelera o altera el tiempo para llegar más rápido a la meta, la vida tarde o temprano cobra su factura y no de buena manera. 

El que llega a un lugar arrebatando o el que arrebata, tarde o temprano terminará perdiendo lo que más anhela o ama por medio del arrebato. 

El que a hierro mata, a hierro muerte.  

El que a gritos se empodera sobre otros, a gritos la vida lo pondrá en su lugar y de forma humillante. 

 

II 

La vida me ha permitido tratar a todo tipo de personas con diferentes niveles educativos, económicos y diversas ideologías políticas. 

Nunca me he fijado en nada de eso para tratar con alguien y aceptarle en mi vida; sólo me importan tres conceptos: que me acepte como soy y no pretenda cambiar algo en mí; que comprenda/entienda que una cosa es la ideología y otra la querencia; y ambicione progresar en la vida sin querer aplastar o pasar por encima de nadie. 

Principios le llaman algunos; formas de ver la vida son para mí. 

 

III 

El ser humano se ha enfocado en incrementar o acumular conocimiento sin comprensión y análisis de este. 

Otros acumulan sumas exorbitantes de dinero que no saben ni en que gastar y que faltarán muchas generaciones para que éste se acabe. 

Dime cuántos grados académicos tienes y te diré cuánto vales. 

Dime cuánto dinero acumulas y te diré cuán importante eres. 

Los grados académicos pasaron a sustituir a los títulos nobiliarios. 

A la vida, pienso, de nada le sirven personas con grados académicos, pero sin un gramo de empatía, sentido común, capacidad de análisis, humanidad. Lo mismo aplica para el gran magnate. 

En el otro extremo se encuentran, lo dije la columna pasada, aquellos que han crecido con resentimiento y ven como enemigo y objetivo a extinguir: al rico o al intelectual. 

 

IV 

Facundo Cabral, entendía muy bien mucho de lo que he reflexionado el viernes pasado y hoy: 

  • “Aprende de todas las escuelas, pero no te quedes en ninguna, porque la meta es llegar a ti mismo. Presta atención a todo sin involucrarte, porque nada puede ser trivial porque todo es parte del grandioso universo.” 
  • “Los eruditos tienen todas las respuestas, pero no les sirven porque la vida es dinámica, por eso constantemente cambian las preguntas, por eso hay que detenerse y quedarse en silencio para poder entrar en su acción. O como dice el taoísmo, el no hacer es el único capaz de hacer todas las cosas.” 
  • “Cuida cada palabra, porque estamos estructurados en palabras. No hieras ni ofendas a nadie, porque de uno en otro, puede volver a ti transformada en una bomba.” 
  • “Olvida lo que crees que eres y comienza de cero ahora mismo, entonces convivirás con todos fácilmente. Es tan grato vivir sin divisiones: bueno/malo, rico/pobre, negro/blanco, amigo/enemigo, compatriota/extranjero.” 
  • “La verdadera fe comienza trabajando en uno mismo, para creer en uno mismo. Y cuando uno está bien plantado en uno mismo, se anima a ver todo, entonces conocemos a la realidad y de ahí en más podemos comprenderla, entonces nos salvamos de las decepciones.” 
  • “Me preguntas cuando volverá Jesús, y te digo que nunca se fue, siempre estuvo en tu corazón, sólo tienes que callar a la cabeza y escucharlo.” 
  • “El nombre y el oficio son distracciones, cárceles, limitaciones, son un camino que nos marcan y que seguimos ciegamente. Tan ocupados que jamás nos detenemos a pensar quiénes somos.” 
  • “Y el espíritu, que es lo que somos, no acepta condiciones por eso no hay que confundir lo material con la realidad, por lo tanto, no hay fronteras, aunque la mayoría lo necesite por miedo a lo infinito. Por eso se inventó a instituciones como el matrimonio, el nacionalismo, los ideales, la patria. Estacas a la que se atan para no tener que vivir la totalidad.” 
  • “No seas viejo siguiendo a la vieja educación, que por prejuiciosa siempre creó fracasados.” 
  • “¿Cómo es posible que la curiosidad, que nos crece, que nos lleva a la sabiduría, sea un pecado? ¿Cómo es posible que la ignorancia sea una virtud si estamos hechos a semejanza de Dios?” 
  • “No te aferres a nada, deja que lo que se vaya, se vaya para siempre y enfréntate al peligro, es decir vive intensamente y la muerte dejará de preocuparte. Recuerda a Merlín: “Morir, es haber nacido.” 
  • “El tesoro más grande que llevas dentro es el amor, que te lleva graciosamente de lo humano a lo divino, pero para encontrarlo debes conocerte y para eso debes ser honesto contigo mismo, y para eso debes estar despierto, atento a la pequeña voz que te llega desde lo más profundo, no a los gritos de la multitud que te rodea, libre de los que en nombre del amor quieren encadenarte al hastío, a sus tediosas reiteraciones.” 
  • “Escúchate, la iluminación está en lo más profundo de tu ser. No obstruyas a tu inteligencia con el esfuerzo. Cuando te ilumines todo se iluminará a tu alrededor, entonces comprenderás que la vida es una fiesta y que lo que llamamos problemas son lecciones y que todo es por algo porque nada está fuera del todo. Es decir que cuando veas muy adentro verás muy afuera, tanto que verás dentro de las cosas que te rodean, entonces naturalmente calmarás y hasta curarás.” 

 

V 

Facundo Cabral, no tengo duda, fue un guía espiritual y vivió como un practicante del camino iniciático de Los Misterios.  

Y ¿usted, hipócrita lector, actúa con el corazón y la espiritualidad por delante u opta por la razón como única herramienta para comprender al otro y al mundo? 

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