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viernes, abril 19, 2024

Lógica, masturbación y la consulta ciudadana

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Alguien dijo que el poder es la manera de masturbarse del mediocre. ¿La consulta de revocación es una muestra de onanismo de la 4T? Quienes responden que sí apelan a cuatro clases de argumentos: los malos, los pésimos, los contradictorios, y los ininteligibles. 

 

Malos: 

Parten de premisas controvertidas, pero poco informadas. Por ejemplo, es discutible si la consulta es demasiado onerosa para las condiciones del país. Pero también debe recordarse que -contra lo que afirma Claudio X- esos recursos no se pueden destinar a vacunas. El gasto está hecho. ¿De qué modo no presentarse a votar lo anularía? 

Otro ejemplo. Hay quien defiende que la consulta no es auténtica porque está impulsada por el gobierno federal. 

En este caso se soslaya que la consulta fue una de las promesas de campaña de López Obrador. También que según Consulta Mitofsky la mayoría de los ciudadanos desean que sí se lleve a cabo. ¿Qué se quiere decir cuando se afirma que la consulta no está impulsada por la ciudadanía? 

Un ejemplo más. Se dice que la promesa de campaña de AMLO era llevar una Ley de consulta a la Constitución, y que no hace falta implementarla. Pero, ¿cuál sería el criterio para saber cuándo debe implementarse si no es el deseo de la mayoría por que se ejecute? Además, la historia de nuestro país está repleta de ejemplos donde las leyes no se implementan, a pesar de figurar en la Constitución. Lo que se pretende ejecutando la consulta de revocación es educar a los ciudadanos en la democracia participativa. Esto la justificaría incluso aunque no sea vinculatoria. ¿O no? 

 

Pésimos: 

Diferenciar entre los argumentos malos y los pésimos no es sencillo. Ambos parten de premisas divorciadas de la realidad. Pero los argumentos pésimos se distinguen porque independientemente de que sus premisas sean falsas, pretenden demostrar su validez por medio de falacias. Las falacias son errores de razonamiento difíciles de detectar. 

En contra de la consulta se apela a la falacia “de bastón” (ad baculum), motejada así porque implica terminar una controversia perpetrando un golpe, la mayoría de las veces por medio de expresiones incendiarias. Por ejemplo, se afirma que si la consulta es vinculatoria, el INE va a desaparecer; pero no se ofrecen argumentos. Incluso hay quien, con el aplomo de haber demostrado el teorema de completitud de Gödel, afirman que éste proceso democrático se abren las puertas para nuestro próximo Stalin, Chavez o Putin. Persuadir a través del miedo en una discusión seria es tan elocuente como intentar apagar un incendio a patadas. 

 

Ininteligibles 

Los argumentos ininteligibles tienen la propiedad de ser contradictorios. En la lógica clásica cuando hay una contradicción se sigue cualquier cosa. Por ejemplo, de las afirmaciones: 

  1. ‘Alicia atravesó el espejo’ y 2. ‘Alicia no atravesó el espejo’, lógicamente se sigue que, 3. ‘El sombrerero está loco’.

Suena absurdo, pero es lógico. Como algo no puede ser y ser al mismo tiempo, en presencia de una contradicción se vale decir lo que sea. El lógico Lewis Carroll confeccionó el mundo vertiginoso de Alicia partiendo de esa regla. 

Algunos críticos de la consulta también se valen de este principio para construir realidades paralelas. De afirmar hace unos meses que “si se implementa la revocación AMLO va a perder”, a declarar que “si se implementa, AMLO no puede perder” se sigue cualquier cosa. Con un dominio exquisito de la lógica clásica, y despreocupados por su consistencia argumental, ciertos opositores al proceso saben que después de esta contradicción tienen licencia para expectorar cualquier zarandaja. 

Otro ejemplo. La turbamulta en la última marcha antiAMLO le pedía al presidente no realizar la consulta y terminar su periodo. Pero meses atrás le suplicaban que renunciara. En la manifestación pidieron que nadie se interpusiera a su derecho de manifestarse. Lo curioso es que nadie parecía pretender hacerlo. Además de encarnar una contradicción, apelaban a una falacia pajera, mejor conocida como falacia del hombre de paja. Consiste en desfigurar, caricaturizar y modificar el argumento de tu contrincante al grado que resulta sencillo invalidarlo. 

 

Sobre pajas 

Popper explicó que la seriedad de una teoría no se mide por su contenido, más bien depende de sí proporciona las condiciones para poder derrotarla. Lo mismo opinaba sobre el poder. No importa quien nos gobierne, si un populista, un liberal o un conservador; lo importante es que nos proporcione la posibilidad de interrumpir su masturbación. 

En este contexto el argumento que afirma que no debemos participar en la consulta porque con esa herramienta podríamos desestabilizar futuros gobiernos (Claudio X) es ininteligible. Esa precisamente es la función de la consulta, tener la posibilidad de terminar un gobierno si no se está conforme con él. ¿O no? 

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