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jueves, marzo 28, 2024

Europa una vez más en el núcleo bélico

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Con la colaboración de Ania Morales 

El presidente ruso Vladimir Putin, hace unas horas decidió realizar acciones militares en territorio de Ucrania; con lo anterior, una vez más Europa central es el núcleo bélico del mundo; pues se sabe que las dos grandes guerras mundiales se dieron en Europa, reconociendo que en ambas se produjeron grandes cambios que aún tienen gran repercusión en la actualidad. 

Los esfuerzos diplomáticos por evitar una gran confrontación se han impulsado desde la visita que realizó el presidente francés a Moscú; por su parte, el inquilino de la Casa Blanca en Washington ha enviado una serie de mensajes con advertencias de que, de realizarse una invasión por tropas rusas a Ucrania, las consecuencias serán graves. Es un hecho que esa invasión ya inició, y lo que pareciera una película palomera en la que se presentan acciones de guerra, se vuelve realidad, por lo que el razonamiento de cualquiera de las cuatro generaciones reconocidas (baby boomers, X, Y o millennials y Z o centennials) escapa de su entendimiento, pues acciones colonialistas como se presentan ahora se repiten sólo en películas de Hollywood. Los estudiosos del Derecho Internacional saben que la conquista es una forma de adquirir soberanía territorial, reprobada por el derecho de gentes (Derecho Internacional). 

En pleno 2022 se presenta esta nueva situación y veremos qué tan eficaces y eficientes son la geopolítica y la geoestratégica, para solucionar esta situación que se aprecia demasiado compleja. 

Con la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, desde 1991, y ese gran movimiento mundial que dio origen a la caída del Muro de Berlín, Estados Unidos de Norteamérica eran y fueron considerados como la gran potencia militar y económica en el mundo. Por su parte, China despierta económicamente y con una gran fuerza militar a partir del año 2000. Rusia, a partir de la llegada de Vladimir Putin en ese mismo año, impulsó el desarrollo económico y militar que había perdido, por lo que iniciaron los contrapesos de las grandes potencias. 

Ucrania se ve inmersa desde el momento en que se empieza a desincorporar y a deslindar de Rusia con miras más a Occidente y con su pretendida intención de formar parte de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), organismo militar que desde su creación tiene por objeto proteger a sus aliados de cualquier intervención militar proveniente del Este, en donde existía otra organización, ya desintegrada, conocida como el Pacto de Varsovia que tenía el mismo fin de protegerse. 

Lo anterior para Rusia era demasiado incómodo, más aún cuando los intereses económicos de Ucrania también estaban interesados en irse hacia Occidente y ser parte de la Unión Europea. Por su parte, en este corto tiempo las grandes potencias impulsan y son afines a ciertos gobiernos que más les convienen para sus propios intereses, lo que jamás es nuevo. 

Gran parte del problema de Ucrania se da por dos situaciones que poco se conocen, parte de su territorio fue concedido por la desaparecida URSS, en donde su población es afín a Rusia por provenir directamente de este país, con identidad cultural y lingüística rusa, en donde hace poco tiempo, con precisión en 2014,  hubo un referéndum, mismo que fue criticado por la injerencia de Rusia y en donde el 90 por ciento de los votantes apoyó la idea de independizarse de Ucrania o bien anexarse a Rusia, es decir un problema interno de la región. La otra situación es que la posición geográfica de ese territorio es trascendental por estrategia militar para Rusia y por la riqueza natural de uranio, cobre y las llamadas tierras negras de esa zona, territorios colindantes con la frontera de Rusia en donde el gobierno central de Ucrania considera a los independentistas como rebeldes y estos son apoyados por Rusia. 

Estos contextos aunados a otros, principalmente económicos, son el origen de esta situación bélica y por ende se aprecia que las relaciones internacionales son verdaderamente hipócritas. 

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas ha echado a andar su mecanismo de seguridad internacional y veremos si el Consejo de Seguridad es capaz de lograr contener esta situación con lógica de guerra, aunque la complejidad de su forma de decidir resoluciones se ve truncado por el derecho de veto que puede ejercer cualquiera de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido. En el conflicto de Irak contra Kuwait con motivo de la invasión que hizo el primero, surgió una nueva dinámica de decisión y se lograban resoluciones por la abstención de alguno de los miembros permanentes lo que se considera muy difícil en este caso puesto que un miembro del Consejo de Seguridad es el principal actor en esta escena mundial.  

Por ahora si analizamos con objetividad lo que sucede en esa región del mundo a la luz del Derecho Internacional, tal pareciera que se están oponiendo o confrontando dos normas jerárquicamente supremas de este orden jurídico, por un lado, existe la prohibición total del uso de la fuerza y por otro la libre autodeterminación de los pueblos. 

Sin dudar, el Derecho Internacional saldrá avante y se equilibrarán las posiciones de este conflicto bélico que es una realidad, lo cierto es que la opinión pública sin ser dirigida y con apoyo de las organizaciones internacionales y sin hipocresías pueden lograr que el Derecho Internacional obtenga la paz en dicha región. 

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