En los últimos ocho meses, el gobierno federal ha asestado golpes estratégicos al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), a través de una operación de inteligencia que ha derivado en la captura o abatimiento de al menos 14 personas cercanas a los líderes de ambas organizaciones criminales. Así lo documenta un reportaje de El Universal, publicado este 26 de mayo, tras una revisión a los informes del gabinete de seguridad.
Entre los detenidos más relevantes del Cártel de Sinaloa figura Kevin Alonso Gil Acosta, alias “El 200”, jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán. También destaca la muerte de José Humberto Figueroa Benítez, alias “El Perris”, jefe de seguridad de “Los Chapitos”, abatido el 23 de mayo. Desde octubre de 2024, las fuerzas federales ya habían capturado a seis colaboradores cercanos a Figueroa, como Luis Alberto “N”, “El Cañas”.
En la lista se incluye también a Jesús Manuel Labrada Cárdenas, alias “Treviño”, líder de las Fuerzas Especiales Avendaño, una célula especializada en ataques con explosivos al servicio de “Los Chapitos”; y a José Ángel Canobbio Inzunza, alias “El Güerito”, operador financiero de Iván Archivaldo. Otros arrestos relevantes han sido los de Miguel Ángel Cuéllar Rangel, “El Tigre”, en Pachuca; y Marcos Iván “N”, “Marquitos”, operador de “Los Mayos” en Baja California.
En el caso del CJNG, uno de los golpes más sonados fue la reaprehensión, el 28 de febrero, de Abraham Oseguera Cervantes, alias “Don Rodo”, hermano de Nemesio Oseguera, “El Mencho”, quien presuntamente compraba ranchos y terrenos para el grupo delictivo. También fueron detenidos Alfredo Aguirre Sánchez, “El Conejo”, operador logístico de “El Jardinero”; María del Rosario Navarro Sánchez, “Chayo”, quien abastecía de armas y dinero a la organización; y José Gregorio Lastra Hermida, “El Lastra”, reclutador del CJNG vinculado con el rancho escuela de Teuchitlán.
Según El Universal, desde el 1 de octubre de 2024 hasta abril de 2025, el gobierno federal ha detenido a más de 18,700 personas por delitos de alto impacto vinculados al crimen organizado. Aun así, expertos advierten que estas capturas, aunque significativas, no desarticulan por completo a las estructuras criminales.
David Saucedo, analista en temas de seguridad, explicó al diario que el Cártel de Sinaloa opera como un órgano colegiado, con una estructura horizontal que le permite continuar sus operaciones pese a la caída de líderes. Por su parte, el CJNG funciona de manera piramidal, lo que vuelve reemplazables a sus operadores de nivel medio y bajo mientras “El Mencho” siga libre.
El investigador Armando Rodríguez Luna, del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, recordó que el crimen organizado genera anualmente hasta 39 mil millones de dólares, lo que dificulta mermar sus capacidades sin un enfoque internacional.
A pesar de los avances, los especialistas coinciden en que se requiere una estrategia integral más allá de las capturas: una que involucre cooperación internacional, golpe financiero y acciones estructurales que frenen el avance del crimen organizado en México.